domingo, 17 de diciembre de 2017

2017 Vuelta a Cazorla, Murcia y Almeria





Participantes:

Agus, Albert, Alfonso, Carlos, Enrique, Gonzalo, Josu, Patxi y Fernando de chófer.

Por primera vez en veintidós años pedaleando por la Península y parte del otro lado de los Pirineos, este año llevamos apoyo conducido por Fernando, nuevo en el grupo, pero que ya se había asomado como visitante motorizado en alguna ocasión. El viaje a Cazorla, punto de partida, lo hacemos en la misma furgoneta de alquiler con la que fuimos a Cádiz en 2015 y con una logística parecida. Concentración en la granja de Arkaute (Vitoria-Gasteiz), para recoger a Gonzalo, Carlos y Alfonso, esta vez sin que se pierda en ninguna de las glorietas de los alrededores, descanso en Somosierra, comida pasado Madrid y llegada a media tarde con Enrique al volante, haciendo el viaje sin problemas. Una vez instalados en Cazorla y cuando los comentarios eran que este año va a ser la primera vez que vamos en bici sin alforjas, con bici de carretera, sin preocuparnos de pinchazos..., nos encontramos con una boda con los novios en un carro tirado por caballos, que justo al maniobrar delante nuestro, se le salió la goma de una de las ruedas. Acostumbrados a reparar ruedas de bici, probamos con la del carro y como vamos sobrados de fuerzas, introducimos el caucho sin dificultad evitando que los comensales se ensuciasen las manos. Nos dieron las gracias pero no nos invitaron.

1ª ETAPA. Cazorla (760) – Pontón Alto (1330) 96 km. Domingo 9 de julio.

Salimos a las 07:45 con la idea de pasar el menor calor posible. Todos en bici, de cháchara y despacito subimos al puerto de las Palomas (1250). Nada más reagruparnos comenzamos la bajada, larga y preciosa. Vemos ciervos, zorros y diversa fauna salvaje. Como tales tiran Gonzalo y Josu del grupo de cabeza, en el que vamos también Enrique y yo (Agus) con la lengua afuera, a lo largo del falso llano que hay antes de llegar a la presa del pantano del Tranco (660). Hacia las 11:00 ya estamos almorzando en Cañada Morales con la furgoneta y Fernando.
Queda lo más complicado del día, Patxi declina amablemente y tomo el mando para que nadie se me despiste, se vaya a Hornos siguiendo la carretera y nos pille el calor. Lo consigo y cambiamos de dirección retrocediendo por la otra orilla del pantano hasta La Platera (740) donde finaliza mi trabajo. Queda una ascensión de 14 km hasta el Puerto de Hornos (1450) por una carretera completamente nueva con varios descansos que te hacen volver a subir lo que ya has subido. En la ascensión me voy descolgando paulatinamente, Josu se sube a la Furgo y termino la subida el último, muy cansado y sin fuerzas. Evitamos el calor y comemos en Pontón Bajo, que está a 1 km del Alto, en uno de los bares más ruidosos del mundo. Tras la comida vuelta a subir y a descansar. Como en el Pontón Alto no hay bares bajamos a cenar andando. Aprovechamos para comprar tres melones y tener más avituallamiento al día siguiente.

2ª ETAPA. Pontón Alto (1330) – Caravaca de la Cruz (630) 108 km. Lunes 10 de julio.

Desayunamos en el mismo bar de la comida de ayer pero sin ruidos. También salimos a la misma hora, con sol de cara y una subida (1600) que sobre todo al comienzo es más fuerte de lo previsto. Patxi se subió a la Furgo. La bajada es preciosa, hasta Santiago La Espada (1360) y continúa hasta entrar en la provincia de Granada (1220).
Cruzamos el río Zumeta, que no es vasco, y comienza la subida al puerto del Pinar (1662). Puerto largo, fácil, bonito, entre pinares y con una bajada hacia el lado Este que lo hace todavía más atractivo. Albert me acompaña en la subida con Josu a la vista. En el alto Carlos me ofrece unas gominolas de algo que creo que es con lo que le han pillado a Frome recientemente. Con el melón entran divinamente y dan buenos resultados. Los últimos nueve kilómetros de bajada, antes del almuerzo, los hago junto a Patxi. Almuerzo en Almaciles (1180), ya en Murcia, a eso de las 11:00 igual que ayer. Tras recuperar fuerzas rodamos a tope hasta Barranda (890), 33 km en 45 minutos, que da 44 Km/hora de media. Nada mal, que vivan las gominolas y la bici de carretera. Aquí toca esperar a los más rezagados pero la etapa casi se ha acabado. La llegada a Caravaca la hacemos por el camino viejo, que nos evita el tráfico y tener que pasar dos veces por el mismo sitio. Albert gana en la pocha vespertina con protestas de Josu que no prosperan. Luego visita al castillo, al pueblo y a cenar.

3ª ETAPA. Caravaca de la Cruz (630)- Garrucha (5) 131 km. Martes 11 de julio.

Mi GPS me señala que salimos a las 07:46, increíble la disciplina del grupo, bueno eso o la amenaza del calor que pasamos hace dos años en Andalucía. Nada más comenzar toca subir (890) durante una hora, pero luego todo es bajada hasta Lorca (360). Y vuelta a volar en bici, con gominolas, poco tráfico, buena carretera y bajando en grupo. Una gozada, para antes de las 10:00 ya estábamos en Lorca y en unos veinte minutos más todos juntos. En Lorca me despisto un par de veces para coger la salida adecuada. En la primera un ciclista nos saca del lío y en la segunda toca discusión. Me disculpo con Josu porque mi instinto de orientación me empieza a fallar y me cabreo soltando improperios al primero que pillo. Una hora nos costó salir de Lorca, siempre hacia el Sur por un laberinto de pistas asfaltadas.
Esta vez el almuerzo fue a las 12:00 un poco antes de Pulpí (200). Cambia el paisaje a medida que nos acercamos a Almería y aumenta el calor. En el almuerzo Gonzalo nos mostró la diferencia que hay entre higos y brevas. Albert quiso probarlas pero el hombre que nos las enseñó las quería para él. Vuelta a rodar hasta un poco antes de Palomares donde me doy cuenta que voy sólo. Retrocedo y veo que mis colegas han terminado de arreglar un pinchazo de Alfonso. Huele a costa y nos acercamos a la playa probando los bidegorris locales. Son bastante malos y el personal empieza a mosquearse. Un poco de despiste de Fernando y los de la furgoneta para encontrar el hotel. Ya se sabe, las diferencias de idioma. Era difícil distinguir entre una glorieta con barca y una glorieta con vaca, porque en andaluz se pronuncia prácticamente igual y encima había glorietas de los dos tipos. Hotel con buena comida aunque, después de pasar la tarde en la playa con baño en calzoncillos incluido, nos sobró la paella de la cena. Esta vez se baño hasta Gonzalo.

4ª ETAPA. Garrucha (5) – Nijar (310) 69 km. Miércoles 12 de julio.

 Corta y bonita etapa por la costa almeriense. Esta vez les dejé dormir un poco más, salimos a las 08:06. Buena temperatura y rodando todos juntos. La primera parte, hasta Agua Amarga, es muy llevadera, siguiendo la costa pero antes hay que pasar tres tachuelillas. La primera muy fácil. La segunda o subida a Sopalmo (170), un poco más dura pero desde el alto se puede observar una magnífica vista del Cabo de Gata, con un paisaje interrumpido por el famoso hotel Algarrobico y la propia carretera, renovada supongo que al efecto, que me hace dudar de cuál de los dos elementos es el peor. En Carboneras hacemos una parada técnica que permite reagrupar al grupo. Luego toca la tercera tachuela (85) antes de bajar a Agua Amarga, al nivel del mar. La segunda parte es un poco pesada por el calor, la mala carretera y el tráfico de automovilistas a los que parecemos molestar. Dejamos ya la costa y comenzamos a ascender (200) hacia el interior almeriense. Paramos en Fernán Pérez para que nadie se despiste, bajamos a Campohermoso a comprar agua y terminamos con una fuerte subida a Nijar, donde arrecia el calor. Afortunadamente son sólo las 12:30 y ya hemos acabado. Buena comida y un majo el hostelero. Subimos por la tarde a lo más alto del Castillo y nos avituallamos con pan de higo pensando en las dos duras etapas que nos quedan. Hasta ahora todo muy fácil.

5ª ETAPA. Nijar (310)- Serón (780) 109 km. Jueves 13 de julio.

Era la etapa más temida y tratando de evitar el calor para las 06:50 ya estábamos pedaleando. Patxi se anima desde el inicio. Son unos 24 km por una bonita carretera, espectacular paisaje y subida progresiva con alguna bajada que nos hace ir desperdigados hasta pasar Lucairena de las Torres (525).

Esperando en un cruce aparecen Carlos y Patxi con un ciclista entrado en años, que para nosotros ya es decir. Les informo de lo que queda y que, aún ahorrándonos una subida, hoy de almuerzo nada. Patxi y Josu se suben a la Furgo. Luego me toca ir tirando hasta Tabernas (445), por un terreno prácticamente llano picando hacia abajo y que después de ahorrarnos la subida intermedia, me favorece. Esperamos a la Furgoneta, que se había despistado, cambiamos de terreno y ponemos rumbo Norte. La carretera empieza a torcer hacia arriba. Gonzalo, Enrique y Alfonso se van por delante y Albert, Carlos y yo circulamos más tranquilos. Los de la furgo nos van avituallando con pan de higo y agua y Carlos desde la bici con gominolas. Hacia las 10:30 llegamos a Velefique (924). ¡Qué rampas¡. Tras un rápido refrigerio, empiezo en solitario la auténtica subida. Temo al calor que se empieza a notar. Albert se sube a la furgo. El primero que me pasa es Gonzalo, la escapada apenas me dura tres kilómetros. En seguida pasa Enrique. En mi primera parada a la sombra de un talud (1264) y sin haber transcurrido una hora desde el pueblo, me pilla Alfonso y decido hacer el resto de la subida con él, tras consensuar hacer pequeños recesos cada tres o cuatro kilómetros. Afortunadamente, los de la furgo nos avituallan de agua. Alfonso me agradeció la segunda parada, bajo la sombra de los primeros pinos(1520), además la pendiente ya es más suave. En la tercera parada (1640) había una fuente, vemos a Carlos que se va acercando mientras Albert y Josu hacen amistades con la guardia forestal. Al final de la subida (1766) están Gonzalo y Enrique, esperamos a Carlos y el último kilómetro hasta el alto de Velefique (1860) lo hacemos todos juntos incluidos los de la furgoneta. Es en la bajada donde más notamos el calor, que te viene de frente contra la cara y más aún a medida que perdemos altura. Bajo despacio. En Bacares (1233) veo que pincha Alfonso pero le ayuda Fernando que baja en la furgoneta. Sigo adelante hasta cogerle a Patxi en la pequeña subida (1312) que viene a continuación y luego bajo con él hasta Tijola (721). Carretera cortada y ni rastro de nadie, esperamos a Carlos y Alfonso, que ha vuelto a pinchar, y para lo que queda de etapa se suben a la furgoneta. Patxi y yo seguimos adelante. Llegamos justo para comer después de dar algún rodeo por Serón buscando el hotel.

6ª ETAPA. Serón (780) – Quesada (709) 104 km. Viernes 14 de julio.


Para algunos fue más dura que la anterior. Hora de salida 07:06 y de un tirón nos plantamos en Baza (871), rodando bastante rápido. Nos cuesta cruzar la ciudad, con caída incluida de Carlos en una glorieta, no pasó nada y seguimos en ruta por una carretera que va progresivamente bajando hasta la presa de un espectacular pantano, el de Negratín (640), que nos deja entusiasmados. Luego toca subir, empieza el calor y empezamos a desperdigarnos. Hacemos una espera en Cuevas del Campo (810) y seguimos hasta Pozo Alcón (888), almorzando a las 11:00, como debe ser, en el bar de un polígono industrial. A la salida del almuerzo la temperatura ha subido muchísimo y falta lo peor. Nos retrasa un par de despistes, uno mío al atravesar Pozo Alcón y el otro en el cruce hacia el puerto de la Torquilla (1040), los de cabeza se lo pasan y Gonzalo tiene que emprender una caza en solitario para avisarles. Empiezo la subida en cabeza, enseguida me pasan Gonzalo y Enrique. Una subida muy bonita, sino fuera por el calor que hace, menos mal que en la bajada hay abundante sombra. Me junto con Alfonso y aprovechamos para tomarnos un refrigerio, antes de empezar a subir al puerto de Tiscar (1189). Arriba llegamos con Carlos que nos había sobrepasado y nos reponemos con el agua de la furgoneta. En la bajada la misma sensación de calor sofocante que te pega en la cara. Llegada para las 14:00, buena hora para comer y descansar. Por la tarde no se veía un alma en el pueblo hasta que se puso el sol. Luego cena al aire libre en una plaza abarrotada de gente y viaje de vuelta al día siguiente sin incidencias.