AÑOS 2012 Y 2013. VUELTA A LA COMUNITAT VALENCIANA. 613 Km.
PARTICIPANTES: Agus, Albert, Alfonso, Carlos, Enrique y Gonzalo en 2012.
Procedentes de Donostia-SS -Barrio del Antiguo- que no es ni la Parte Vieja ni cualquier barrio (2), Ibarra –Gipuzkoa- (1), La Almunia de Dª Godina –Zaragoza- (1) y Vitoria-Gasteiz (2).
Lugar de salida Vinaroz. En 2012 los
giputxis -Enrique, Albert y yo (Agus)- viajamos desde Donostia a
Vinaroz por La Almunia, Teruel y Segorbe. Los patateros -Carlos y
Gonzalo- y el de La Almunia -Alfonso- que saben mas de esto, van por
Alcañiz y Morella. El resultado es que los giputxis recorrimos unos
150 km. más de lo debido, y llegamos de noche después de pasar por
un aeropuerto sin aviones y una autopista que solo vale para no pagar
el peaje en otra. Epocas de despilfarro.
En 2013 repetimos pero esta vez vamos
por Zaragoza y Alcañiz, disfrutando del bonito paisaje del
Maestrazgo, por una carretera con muchas curvas pero que merece la
pena y se tarda menos.
Llegamos antes que el equipo
maño-patatero, que vienen desde La Almunia sin Carlos. Alfonso se
trae una bici de carretera con rueda fina y comenzamos inmediatamente
a sudar previendo lo que nos espera. Los giputxis este año hemos
entrenado muy poco debido al duro invierno que hemos tenido. Yo
apenas 500 km y por poner un ejemplo Alfonso más de 4.000. Ya no
quedan ruedas de mountain bike en el pelotón. De entrada muy bien la
cena en el Hotel Roca, el mismo que el año anterior, ha mejorado
muchísimo y por el mismo precio.
Participantes en 2013 los mismos que en 2012 sin Carlos.
1ª ETAPA. Vinaros - Font d'en Segures 82 Km. Sábado 14 de julio de 2012 y
Domingo14 de julio de 2013.
Domingo14 de julio de 2013.
Salimos directamente hacia Benicarló
siguiendo la carretera asfaltada mas pegada a la costa y sin la liada
del año anterior. Agradable la ruta entre Benicarló y Peñíscola
sorteando gente paseando que hace “footing”, “running”, o
cualquier invento de nueva planta terminado en “ing” que seguro
que ni a los británicos se les habría ocurrido. En 2012 subimos al
castillo de Peñíscola.
Este año no, cogemos directamente la N-334 hasta Sta. Magdalena del Pulpis, cambiamos de carretera torciendo a la derecha y seguimos sin parar hasta el final de la primera de las subidas. Yo comienzo demasiado rápido junto a un ciclista, ajeno al grupo, que me da conversación hasta el último kilómetro. Luego ya no le puedo seguir, me pasa como una moto Alfonso, luego Gonzalo y Enrique me alcanza al final. Le esperamos a Albert y bajamos a La Salzadella donde al igual que el año pasado nos aprovisionamos de agua. Luego sin parar, Tirig y Albocasser donde aprovechamos para tomar una cerveza y volver al mismo horario que el año pasado, compensando lo rápido que ibámos este. Cruzamos el meridiano de Greenwich y llegamos a la carretera que nos va a dejar en la última subida del día.
Nos acordamos de lo que sufrió Carlos el año pasado en este tramo. Afrontamos todos juntos la subida a Benassal después de dejar clavados en el cruce a un pelotón de jubilados en bici. Pronto nos descolgamos Albert y yo, y los dos últimos kilómetros entre Benassal y Font d'en Segures los hago yo solito muy cansado, bastante peor que Carlos el año pasado.
Este año no, cogemos directamente la N-334 hasta Sta. Magdalena del Pulpis, cambiamos de carretera torciendo a la derecha y seguimos sin parar hasta el final de la primera de las subidas. Yo comienzo demasiado rápido junto a un ciclista, ajeno al grupo, que me da conversación hasta el último kilómetro. Luego ya no le puedo seguir, me pasa como una moto Alfonso, luego Gonzalo y Enrique me alcanza al final. Le esperamos a Albert y bajamos a La Salzadella donde al igual que el año pasado nos aprovisionamos de agua. Luego sin parar, Tirig y Albocasser donde aprovechamos para tomar una cerveza y volver al mismo horario que el año pasado, compensando lo rápido que ibámos este. Cruzamos el meridiano de Greenwich y llegamos a la carretera que nos va a dejar en la última subida del día.
Nos acordamos de lo que sufrió Carlos el año pasado en este tramo. Afrontamos todos juntos la subida a Benassal después de dejar clavados en el cruce a un pelotón de jubilados en bici. Pronto nos descolgamos Albert y yo, y los dos últimos kilómetros entre Benassal y Font d'en Segures los hago yo solito muy cansado, bastante peor que Carlos el año pasado.
Alojamiento en el Hotel los Pinos,
lleno de jubilados tomando aguas, siesta, tour y partida de pocha por
la tarde que ganó Alfonso demostrando que este año (2013) ha venido
como Eddy Merckx y no nos va a dejar ganar absolutamente nada.
Para que nadie diga que pasamos calor,
al igual que en 2012 refrescó y llovió al atardecer.
2ª ETAPA. Benasal - Montanejos 109 Km. Domingo 15 de julio de 2012 y Lunes 15 de julio de 2013.
Etapa calcada a la del año 2012 pero
sin accidentes. En 2013 salimos una media hora mas tarde, desayunando
según el horario del hotel. También cogimos agua en la misma fuente
del balneario y tras una corta subida hasta Culla, bajada hasta La
Torre d'En Besora y después de un repechito, nueva bajada hasta
Atzeneta del Maestrat. Descansito para una cerveza y tramo
rompepiernas por Les Useres y Costur. En La Foia iniciamos la subida
al puerto del Revolcador (1018 m.) a la misma hora que en 2012 lo que,
incluyendo el descanso de Atzeneta, supone una hora menos que el año
anterior. Cosas que permite el GPS. Ingenuo de mí, pensaba que
estaba mejor que el año pasado. Pues no, este año tardé tres
minutos más en la subida y eso que iba con Albert. Tampoco vale la
excusa de que este año íbamos mirando si veíamos el tornillo de la
parrilla de la bici, que perdió
Albert en 2012. La subida la iniciamos
todos juntos y así seguimos hasta la entrada a Lucena del Cid.
Alfonso se puso en cabeza con su bici de carretera, Enrique y Gonzalo le siguen y Albert y yo nos descolgamos. Es un pueblo larguísimo, más que Ataun (Gipuzkoa) y cuesta arriba, con grandes pendientes. Cuenta la leyenda que el Cid llevaba algún soldado euskaldun en sus filas al que le mandó tareas por las que repetidas veces debía atravesar el pueblo, hasta que al final le puso el nombre: “luzeena” (El más largo), de ahí parece que le viene. Nos espera en el alto el resto del pelotón y bajamos a comer a Castillo de Villamalefa al mismo lugar que el año pasado. Estaba cerrado y vamos al otro bar del pueblo. Ensalada, sopa de fideos y parrillada de diversas carnes y embutidos que Albert se los come con alioli. Todo bien salvo el vino, que a pesar de mi empeño enólogo en demostrar lo contrario, tengo que reconocer que no mejoraba ni con agua y gaseosa. Después de comer terminamos de bajar el puerto y todos juntos, aunque yo relinchando, subimos a Zucaina. Nos acordamos de Carlos antes de empezar la bajada donde tuvo el accidente en 2012. Tras descolgarnos Albert y yo del ritmo de Alfonso y Gonzalo en el repecho previo a la bajada. Esta es rápida y con curvas pronunciadas, donde hay que ir muy atento. Es fácil despistarse. Este año tampoco logré pillarles en la bajada ni siquiera con la ayuda de Albert.
Alfonso se puso en cabeza con su bici de carretera, Enrique y Gonzalo le siguen y Albert y yo nos descolgamos. Es un pueblo larguísimo, más que Ataun (Gipuzkoa) y cuesta arriba, con grandes pendientes. Cuenta la leyenda que el Cid llevaba algún soldado euskaldun en sus filas al que le mandó tareas por las que repetidas veces debía atravesar el pueblo, hasta que al final le puso el nombre: “luzeena” (El más largo), de ahí parece que le viene. Nos espera en el alto el resto del pelotón y bajamos a comer a Castillo de Villamalefa al mismo lugar que el año pasado. Estaba cerrado y vamos al otro bar del pueblo. Ensalada, sopa de fideos y parrillada de diversas carnes y embutidos que Albert se los come con alioli. Todo bien salvo el vino, que a pesar de mi empeño enólogo en demostrar lo contrario, tengo que reconocer que no mejoraba ni con agua y gaseosa. Después de comer terminamos de bajar el puerto y todos juntos, aunque yo relinchando, subimos a Zucaina. Nos acordamos de Carlos antes de empezar la bajada donde tuvo el accidente en 2012. Tras descolgarnos Albert y yo del ritmo de Alfonso y Gonzalo en el repecho previo a la bajada. Esta es rápida y con curvas pronunciadas, donde hay que ir muy atento. Es fácil despistarse. Este año tampoco logré pillarles en la bajada ni siquiera con la ayuda de Albert.
3ª ETAPA. Montanejos - El Saler 130 Km. Martes 16 de julio de 2013.
La etapa es larga y hay dos puertos por
delante que nos inquietan, el Puerto de Arenillas (903 m.) y el Alto
de Chirivilla (712 m.).
Se trata de calcular bien la hora de salida porque en el km. 100, más o menos, en la casa-chalet-palacio de Charín y José Vicente, hermana y cuñado de Albert, nos espera una paella a eso de las 13:30 y claro, la paella no puede pasarse. Calculamos unas 4 horas entre Montanejos y Bétera con los dos puertos incluidos y una media hora para dar con la casa. Al final nos sobraron quince minutos que los utilizamos en hidratarnos con cerveza y acuarius en una terraza de Bétera. De Montanejos (460 m.) al Puerto de Arenillas, hay 12 km. la subida es larga pero suave, salvo las rampas finales donde no tengo mas remedio que poner el tercer plato. Luego bajada hasta Segorbe. Aquí me lio un poco con las señales e indicaciones. Salimos del embrollo por una parcelaria asfaltada que evita el paso por Altura y nos deja en plena subida al segundo de los puertos. Voy notando la falta de kilómetros en mis entrenamientos invernales y tengo que meter el plato pequeño a ratos para descansar.
En la subida se repite el mismo esquema Albert y yo por detrás y Alfonso, Enrique y Gonzalo por delante. En la bajada tampoco ando muy fino y en el llano antes de Bétera me cuesta seguirles a más de 37-40 km/hora. Luego damos fácilmente con el camino correcto y vamos derechitos a casa de la hermana de Albert, que está a unos 15 km. de Valencia.
Nos dió tiempo hasta de bañarnos en la piscina antes de comer. La paella y comida excelente, en compañía de Raul, sobrino de Albert, de su hija Carla y de su sobrino Nill. Todo perfecto, siesta incluida, y recital ala guitarra de Jose Vicente con el cancionero de “Los Panchos”. Luego paseo hasta Valencia donde entramos en su Casco Histórico por las Torres de Serrano. Ventajas de ir en bici.
Visita a la ciudad, caña de medio litro a un euro junto a la Catedral tras desalojar a dos inglesas de la mesa, y salida visitando la obra de Calatrava, que me parece como comerse una chuleta después de tomar café. Sobra la mayor parte. En cambio me parece correcta la urbanización -paseos y jardines- del antiguo cauce del Turia, muy utilizada y concurrida, y eso dice mucho. Seguimos por carril bici hasta El Saler donde finalizamos la etapa.
Se trata de calcular bien la hora de salida porque en el km. 100, más o menos, en la casa-chalet-palacio de Charín y José Vicente, hermana y cuñado de Albert, nos espera una paella a eso de las 13:30 y claro, la paella no puede pasarse. Calculamos unas 4 horas entre Montanejos y Bétera con los dos puertos incluidos y una media hora para dar con la casa. Al final nos sobraron quince minutos que los utilizamos en hidratarnos con cerveza y acuarius en una terraza de Bétera. De Montanejos (460 m.) al Puerto de Arenillas, hay 12 km. la subida es larga pero suave, salvo las rampas finales donde no tengo mas remedio que poner el tercer plato. Luego bajada hasta Segorbe. Aquí me lio un poco con las señales e indicaciones. Salimos del embrollo por una parcelaria asfaltada que evita el paso por Altura y nos deja en plena subida al segundo de los puertos. Voy notando la falta de kilómetros en mis entrenamientos invernales y tengo que meter el plato pequeño a ratos para descansar.
En la subida se repite el mismo esquema Albert y yo por detrás y Alfonso, Enrique y Gonzalo por delante. En la bajada tampoco ando muy fino y en el llano antes de Bétera me cuesta seguirles a más de 37-40 km/hora. Luego damos fácilmente con el camino correcto y vamos derechitos a casa de la hermana de Albert, que está a unos 15 km. de Valencia.
Nos dió tiempo hasta de bañarnos en la piscina antes de comer. La paella y comida excelente, en compañía de Raul, sobrino de Albert, de su hija Carla y de su sobrino Nill. Todo perfecto, siesta incluida, y recital ala guitarra de Jose Vicente con el cancionero de “Los Panchos”. Luego paseo hasta Valencia donde entramos en su Casco Histórico por las Torres de Serrano. Ventajas de ir en bici.
Visita a la ciudad, caña de medio litro a un euro junto a la Catedral tras desalojar a dos inglesas de la mesa, y salida visitando la obra de Calatrava, que me parece como comerse una chuleta después de tomar café. Sobra la mayor parte. En cambio me parece correcta la urbanización -paseos y jardines- del antiguo cauce del Turia, muy utilizada y concurrida, y eso dice mucho. Seguimos por carril bici hasta El Saler donde finalizamos la etapa.
4ª ETAPA. El Saler - Xátiva 82 Km. Miércoles 17 de julio de 2013.
De víspera decidimos cambiar el
recorrido que teníamos previsto.
En lugar de pasar por Alzira y subir a la presa de Tous, seguiremos por la costa pasado Cullera hasta Tavernes y subiremos a Barxeta para bajar finalmente a Xátiva. El objetivo es llegar para comer y descansar por la tarde. A cambio nos desviaremos para visitar El Palmar y La Albufera. Desayunamos muy temprano junto a unos funcionarios de medio ambiente del Ayuntamiento de Valencia encargados de la guarda del parque de la Albufera que nos interrogan sin ninguna prisa por nuestras aventuras ciclistas. Mucho tráfico en sentido contrario por la carretera de la costa y abundantes ciclistas de todos los niveles.
En lugar de pasar por Alzira y subir a la presa de Tous, seguiremos por la costa pasado Cullera hasta Tavernes y subiremos a Barxeta para bajar finalmente a Xátiva. El objetivo es llegar para comer y descansar por la tarde. A cambio nos desviaremos para visitar El Palmar y La Albufera. Desayunamos muy temprano junto a unos funcionarios de medio ambiente del Ayuntamiento de Valencia encargados de la guarda del parque de la Albufera que nos interrogan sin ninguna prisa por nuestras aventuras ciclistas. Mucho tráfico en sentido contrario por la carretera de la costa y abundantes ciclistas de todos los niveles.
Tras visitar El Palmar se nos pegan a
rueda algunos que nos miran alucinados por la velocidad que llevamos.
Al llegar a Cullera, subimos al faro y alcanzamos a un grupo donde el mas joven rondaría los 70 años. De Cullera a Tavernes nos pasa como un rayo un triatleta entrenando. Tras titubear un poco, Gonzalo decide ir a la caza, ya que en su maillot ponía algo de Bilbao, y casi lo cogemos. En la plaza de Tavernes nos tomamos un descanso en la terraza de un bar republicano antes de iniciar la subida a Barxeta. Son unos cinco kilómetros de subida que parece suave pero engaña y una bajada muy larga hasta Xátiva. En la bajada se nos pega un ciclista que tampoco da crédito de como podemos rodar a semejante velocidad con alforjas. Gonzalo tira como un loco y yo voy a rueda reservando un poco, pero termino fundido a tres kilómetros de Xátiva y me descuelgo. Gonzalo rompe un radio y el ciclista nos aconseja donde repararlo. Así conocimos en su tienda de bicis a José Palop ex-ciclista profesional en los años 70, de los tiempos de Perurena, Gimondi, etc. que además de resolver perfectamente el problema del radio, nos dio toda una charla acerca del doping actual y nos aconsejó sobre la etapa reina del día siguiente.
Al llegar a Cullera, subimos al faro y alcanzamos a un grupo donde el mas joven rondaría los 70 años. De Cullera a Tavernes nos pasa como un rayo un triatleta entrenando. Tras titubear un poco, Gonzalo decide ir a la caza, ya que en su maillot ponía algo de Bilbao, y casi lo cogemos. En la plaza de Tavernes nos tomamos un descanso en la terraza de un bar republicano antes de iniciar la subida a Barxeta. Son unos cinco kilómetros de subida que parece suave pero engaña y una bajada muy larga hasta Xátiva. En la bajada se nos pega un ciclista que tampoco da crédito de como podemos rodar a semejante velocidad con alforjas. Gonzalo tira como un loco y yo voy a rueda reservando un poco, pero termino fundido a tres kilómetros de Xátiva y me descuelgo. Gonzalo rompe un radio y el ciclista nos aconseja donde repararlo. Así conocimos en su tienda de bicis a José Palop ex-ciclista profesional en los años 70, de los tiempos de Perurena, Gimondi, etc. que además de resolver perfectamente el problema del radio, nos dio toda una charla acerca del doping actual y nos aconsejó sobre la etapa reina del día siguiente.
Gracias a que salimos para las 8:00
llegamos a comer a pesar del radio y la charla. Luego tras la siesta
visitamos Xátiva. Mucho calor, ya nos habían dicho que era la
sartén de Valencia. O será que todavía dura el calor del incendio
provocado por el primer rey Borbón que mandó quemar la ciudad a
comienzos de 1700. Desde entonces cuelgan su retrato bocabajo.
5ª ETAPA. Xátiva - Altea 124 Km. Jueves 18 de julio de 2013.
Etapa llena de confusiones. Nos había
avisado nuestro amigo Palop de lo duro que era el recorrido previsto
y acertó plenamente. Comenzamos el día desayunando a las 7:00 y
para las 7:45 ya estábamos pedaleando y subiendo. Luego rompepiernas
hasta Bellus donde llega la primera de las confusiones del día, al
bordear por la derecha el pantano en lugar de dejarlo a la izquierda.
Nos dirigimos a Beniganim y al tratar de recuperar el camino, de La
Pobla del Duc vamos hasta Castelló de Rugat siguiendo la línea
recta por una parcelaria mal asfaltada que resultó ser cañada real.
El total de las dos confusiones supuso unos 4 km de mas. En Castelló
tenemos que preguntar para acertar con la que en teoría era la
primera subida dura del día, el Coll del Raconet (595 m.). Coronamos
a eso de las 11:00, casi mediodía y todavía no hemos hecho el
primer tercio de la etapa. La tercera liada fue tras bajar el puerto
en Beniarrés, que nos fuimos a Muro de Alcoy en lugar de ir hacia el
pantano y Planes. Nos tomamos un descanso con almuerzo incluido y
tiempo para rectificar. Alicante es una de las provincias mas
montañosas y carece del llano que tiene Valencia junto a la costa.
En Benimarfull, tratando de ir a Gorge para volver al camino
previsto, nos volvemos a confundir y vamos a Benillup casi por monte
en lugar de carretera.
¡Que pendientes!. Al menos nos ahorramos unos 9 km. que compensa lo anterior, pero a base de sudar y subir. En Gorge nos entran las dudas para dirigirnos hacia Benasau, pero al final después de dar algunas vueltas acertamos. Comienza la subida al Port de Ares (966 m.), unos 8 km. desde el cruce.
Me dejan adelantarme en la subida, mientras el pelotón se da crema y Albert practica el ruso. A falta de 2 km para coronar me van alcanzando. Primero Gonzalo, luego Alfonso y después Enrique. Albert, se conoce que su interlocutora rusa no le entendía muy bien y tradó mas. Después de esperarle solo quedaba bajar y comer. Un poco antes de Guadalest nos volvemos a liar pero rectificamos enseguida. De Guadalest salimos huyendo tras coger agua. Muy bonito pero mucho turista clásico. Comida en Polop después de un par de subidas y bajadas en el bar Pol Mar, cerca de una plaza con refrescantes chorros de agua fresca y abundante, con un magnífico maitre aficionado al ciclismo que nos hizo precio especial y nos dejó meter las bicis dentro.
¡Que pendientes!. Al menos nos ahorramos unos 9 km. que compensa lo anterior, pero a base de sudar y subir. En Gorge nos entran las dudas para dirigirnos hacia Benasau, pero al final después de dar algunas vueltas acertamos. Comienza la subida al Port de Ares (966 m.), unos 8 km. desde el cruce.
Me dejan adelantarme en la subida, mientras el pelotón se da crema y Albert practica el ruso. A falta de 2 km para coronar me van alcanzando. Primero Gonzalo, luego Alfonso y después Enrique. Albert, se conoce que su interlocutora rusa no le entendía muy bien y tradó mas. Después de esperarle solo quedaba bajar y comer. Un poco antes de Guadalest nos volvemos a liar pero rectificamos enseguida. De Guadalest salimos huyendo tras coger agua. Muy bonito pero mucho turista clásico. Comida en Polop después de un par de subidas y bajadas en el bar Pol Mar, cerca de una plaza con refrescantes chorros de agua fresca y abundante, con un magnífico maitre aficionado al ciclismo que nos hizo precio especial y nos dejó meter las bicis dentro.
Visita a mi cuñado Jorge en La Nucía.
La casa de mi hermana ha mejorado muchísimo, nos dan ganas de
quedarnos, bañarnos en la piscina, etc. Pero es día de labor y
ambos trabajan. Seguimos de turismo por la tarde y visitamos la parte
alta de Altea. Luego piscina en el hotel, mas oportunidades de
practicar el ruso con una pareja de novios venidos exprofeso desde
Siberia a casarse en la capilla ortodoxa que hay al y por la noche,
cena en casa de mi hermana Jone con Jorge y su hijo Jonatan.
Ensalada, sardinas y berdel a la parrilla, helado de chocolate,
licores y tertulia agradable. Mejor imposible.
6ª ETAPA. Altea - Gandía 86 Km. Viernes 19 de julio.
Parecía corta y fácil pero no. Se
trataba de llegar a Gandía antes de las 12:00 para coger el tren
después de un bañito en la playa. Saliendo para las 7:30 fácil,
pero no todo sale siempre según lo previsto. Paramos a desayunar en
Calp después de subir una tachuela. Yo tenía previsto hacerlo junto
al puerto, pero hubo que arreglar el único pinchazo de la vuelta (el
mío) e hinchar una de las ruedas de Albert. Desayunamos en el primer
sitio que encontramos y como el tiempo apremiaba decidimos quedarnos
sin baño. Luego a correr para llegar a tiempo. Fuimos por Moraira,
después de otra tachuela, El Poble Nou de Benitachell -que está en
un alto- y Xábia, siguiendo siempre la carretera mas pegada a la
costa. Hasta ahora nada de llano y a partir de aquí una pequeña
subida que a estas alturas se me hace durísima. Desde el alto
creemos atisvar Ibiza, no paramos y bajamos a Denia, donde empieza
por fin el llano. Seguimos paralelos a la costa con Alfonso tirando
muy rápido y yo en la cola tratando de no quedar descolgado.
La carretera finaliza en la frontera entre Alacant y Valencia, junto a la desembocadura de un riachuelo que lo atravesamos a pie por un puente de madera. Para mí resulta un respiro. Volvemos a coger la carretera hasta Oliva donde nos encontramos con un ciclista accidentado. Estaba ya atendido por lo que decidimos seguir, cada vez más rápido. Al llegamos a Gandía y tras una pequeña liada fuimos derechos a la estación. A tiempo, pero ya sin fuerzas. Problemas con los billetes. Hasta Valencia ningún problema para llevar las bicis en el tren, pero el de la taquilla no nos asegura que podamos seguir llevándolas de Valencia a Vinaroz. Afortunadamente en Valencia no nos pusieron ninguna pega, incluso el revisor del tren no nos cobró por llevarlas hasta Vinaroz. Comida en la estación de Valencia, aseo ligero al llegar y luego viaje de vuelta en coche hasta Donostia a donde llegamos a eso de las 12 de la noche. Dura jornada.
La carretera finaliza en la frontera entre Alacant y Valencia, junto a la desembocadura de un riachuelo que lo atravesamos a pie por un puente de madera. Para mí resulta un respiro. Volvemos a coger la carretera hasta Oliva donde nos encontramos con un ciclista accidentado. Estaba ya atendido por lo que decidimos seguir, cada vez más rápido. Al llegamos a Gandía y tras una pequeña liada fuimos derechos a la estación. A tiempo, pero ya sin fuerzas. Problemas con los billetes. Hasta Valencia ningún problema para llevar las bicis en el tren, pero el de la taquilla no nos asegura que podamos seguir llevándolas de Valencia a Vinaroz. Afortunadamente en Valencia no nos pusieron ninguna pega, incluso el revisor del tren no nos cobró por llevarlas hasta Vinaroz. Comida en la estación de Valencia, aseo ligero al llegar y luego viaje de vuelta en coche hasta Donostia a donde llegamos a eso de las 12 de la noche. Dura jornada.