jueves, 11 de agosto de 2011

Vuelta 2011 Castilla La Mancha

AÑO 2011. VUELTA A CASTILLA LA MANCHA. 707 Km.

PARTICIPANTES: Agus, Albert, Alfonso, Carlos, Enrique y Gonzalo, mas Josu y Fernando que aparecen en moto en Tarazona de la Mancha.

Viaje el sábado 16 de julio a Toledo en tres vehículos. Agus, Albert y Enrique desde Donostia, Carlos y Gonzalo desde Gasteiz y Alfonso desde La Almunia, que por supuesto es el primero en llegar. Durante el viaje paramos a comer en El Molar, un poco antes de Madrid y pasadas las obras de la N-I, que al menos no es de peaje. Por la tarde cómodo viaje a rueda de los patateros pese al intento de Carlos de despistarnos en alguno de los múltiples cruces de las autopistas, autovías, circunvalaciones y radiales que lían por completo los alrededores de Madrid. Toledo nos recibe con calor, no por que nos esperase sino por la temperatura de 36º que caía. Visita a la ciudad sin gafas de ver. Nos encontramos con una muy simpática pareja de patateros con pedigrí, amigos de Gonzalo y de su hija Amaia, de cuyos nombres no consigo acordarme, mas o menos como Cervantes en El Quijote. Y como iba sin gafas espero no meter el zanco la próxima vez que nos encontremos. Aún y todo consigo ver las puertas de Bisagra, del Sol, la plaza Zocodover, los alrededores de la Catedral y Ayuntamiento, la sinagoga del Tránsito con su cubierta de dobles pares y tirantes de madera y la supuesta casa del Greco, colección de pintura incluida.




1ª ETAPA. Toledo – Almagro. 165 Km. Domingo 17 de julio.
Desayuno en el Hotel Mayoral (480 m.) a las 07:30, abundante y bien. Salimos tratando de cruzar el Tajo por el puente de San Martín, pero lo hacemos por carretera por el siguiente puente aguas abajo. Fuerte subida de inicio y posterior liada hasta Burguillos pasando por Arges, urbanizaciones varias y Cobisa, que vienen a suponer 25 km cuando deberíamos haber hecho 10. Para compensar propongo pasar el Alto de Los Yébenes por el túnel pero un ciclista al que damos alcance y la aguerrida moral del pelotón, nos convence para ir por el puerto. A los 75 km hacemos la primera parada técnica en Urda tras una buena bajada. Luego fuerte subida con buen asfalto hasta los 1026 m. de altitud, trazado rompepiernas y una última subida hasta el Alto de los Santos (970 m.) donde se encuentra una finca denominada “La Pocha” en honor al juego de cartas. En la bajada cambia el asfalto, a peor claro, ¿Augurio de mi suerte en este juego? pero se sufre con alivio porque huele a comida en Villarubia de los Ojos, son las 13:36. Por la tarde cambiamos un poco el recorrido previsto y visitamos las Tablas de Daimiel. También cambia el viento que nos da de costado, a veces de cara y aumenta el número de kilómetros con respecto a lo previsto. La siguiente parada es en Daimiel, a recuperarnos del calor en la terraza de un bar junto a una gasolinera, donde el camarero tuvo la amabilidad de sacarnos una televisión para poder ver el final de la etapa del tour. A nosotros todavía nos queda ir hasta Almagro, veinte kilómetros en teoría que terminan siendo treinta por las indicaciones de una nueva circunvalación que rodea estúpidamente Bolaños y Almagro (646 m.). Mucho calor y viento que arrecia en contra. Todos estamos muy cansados. Enrique y yo (Agus) rodamos en solitario pero termino por ceder, descolgarme, me cogen a falta de 7 km. y no consigo alcanzarles incluso atajando por los restos de la antigua carretera. Sin averías ni percances nos alojamos en la Hospedería Municipal. Luego cena en la terraza del bar del Gordo en la bella plaza de Almagro. Le perdonamos el primer gin-tonic a Carlos.





2ª ETAPA. Almagro – Tomelloso. 122 Km. Lunes 18 de julio.
Desayunamos en la misma Hospedería a eso de las 08:00 horas y salimos, esta vez sí, derechos hacia Bolaños sin ninguna circunvalación de por medio. Casi hasta Manzanares ruedo en cabeza del pelotón, demasiado rápido. Me releva Gonzalo y acelera por lo que empiezo a quedarme descolgado en la subida hacia La Solana. Me animan diciéndome que llevo las ruedas desalineadas y reclamo un lugar con sombra, que en La Solana como su propio nombre indica no hay, para parar y arreglar el asunto. Sin embargo logro recuperar cuando se suaviza la pendiente y les pillo un poco antes de Alhambra, donde por fin aparece un bar con sombra junto a una gasolinera destartalada. Paramos a tomar un acuarius, a esperar a Carlos y arreglamos la alineación de las ruedas, pero llevo un rodamiento cascado. Luego un poquito mas de subida (903 m.) y una fenomenal bajada hasta Ruidera (800 m.) donde hay un lago con playa, chiringuito y una socorrista que quita el hipo. Después de un refrescante baño en el lago, Gonzalo no, comemos a eso de las 13:00 horas. A Albert todavía le quedan ganas de repetir y se baña de nuevo pero ya ha cambiado el turno de la socorrista que esta vez nos enseña como se toma el sol relajadamente. Pongo orden en el pelotón y continuamos. Esta vez toca subida y a Gonzalo nadie consigue seguir. Alfonso, Enrique y Albert suben a unos cincuenta metros por delante y Carlos a otros tantos por detrás mío. En el alto (860 m.) cambia el viento y da de cara, trato de alcanzarles pero no lo consigo por lo que Carlos y yo hacemos el final de la etapa en solitario y con mucho esfuerzo. Por delante Gonzalo les lleva a todos con la lengua afuera y en unos 20 km me sacan doce minutos. Al final, antes de Argamasilla la carretera cambia de dirección y el viento también, cosa que se agradece en los últimos cinco kilómetros hasta Tomelloso (663 m.). Nos recibe Amanda en el Hotel Paloma, nos recomienda el bar Cruz para cenar, excelente y a buen precio, y El Patio para tomar un estupendo mojito después de cenar. Muy amable la gente de Tomelloso.

3ª ETAPA. Tomelloso – Tarazona de la Mancha. 116,5 Km. Martes 19 de julio.
Tenemos la costumbre de desayunar pronto y en esta vuelta los hoteles son también tempraneros cosa que se agradece. No cometo el error del día anterior y me reservo de salida aunque me toca encabezar el pelotón hasta Socuéllamos. Un poco de liada a la salida del pueblo pero al final ponemos el rumbo correcto a Villarobledo circulando por una carretera medio abandonada que discurre entre las provincias de Ciudad Real, Cuenca y Albacete. Al cruzar el río Záncara parece por un instante que va a convertirse en la pista o parcelaria de todos los años pero no, continua el asfalto, malo, pero asfalto hasta Villarobledo. Obras a la salida del pueblo y viento a favor hasta Minaya. Toman el relevo Alfonso y Gonzalo, el asunto se empieza a acelerar y como es habitual Gonzalo tira aún mas en la primera subida que pilla. Se trata del paso de la vía del tren junto a la estación de Minaya donde Carlos y yo nos descolgamos para que nos siente mejor el bocadillo. Almuerzo en Minaya muy agusto en un ambiente fresquito, sin calor. Reanudamos la marcha con el objetivo de terminar la etapa antes de comer y volvemos a acelerar. A La Roda llegamos casi sin enterarnos y luego tras un pequeño repecho nos toca una buena bajada hasta cruzar el rió Júcar. Luego subida, Carlos se rinde diciendo que su etapa termina en el Júcar, yo me quedo de todo el mundo, veo que el siguiente en quedarse es Albert y a Enrique, Gonzalo y Alfonso que suben como motos. Al suavizarse un poco la pendiente trato de dar alcance a Albert, le pillo ya sin resuello y cuando recobro el habla 2 km mas adelante, me excuso diciendo: ...”perdone que no me haya presentado”... . Llegamos a Tarazona de la Mancha (710 m.) para comer según lo previsto. Etapa muy rápida a mas de 29 Km/h de media, que para ir con alforjas ya está bien. Durante la siesta aparecen Josu y Fernando en dos potentes motos para sorpresa de casi todos, sobre todo de Enrique. Juntos visitamos la iglesia y la bonita plaza de Tarazona donde nos arreamos un par de cervezas heladas comentando los pormenores de lo que llevamos de vuelta.

4ª ETAPA. Tarazona de la Mancha – Valverde de Júcar 77,5 Km. Miércoles 20 de julio.
Ciclistas y motociclistas desayunamos juntos pero salimos separados. Josu y Fernando nos dan ventaja y nos alcanzan en Villanueva de la Jara. Allí nos despedimos, ellos se vuelven a Donostia y nosotros nos tomamos la etapa de descanso al ser un poco mas corta de lo previsto. Llegamos a Motilla del Palancar, pueblo famoso por los atascos de la carretera de Valencia. Tomamos la antigua N-III, jalonada de talleres de automóviles que han pasado a mejor vida y a los pocos kilómetros nos desviamos a la izquierda para coger la carretera que bordea por el Este el pantano de Alarcón. Como son sólo las 10:15 decido que hay que parar en Olmedilla pues de seguir a este ritmo el hotel todavía no va estar abierto. Se trata del bar Pilar situado junto a la carretera, regentado por un jefe y dos camareras y lugar de reunión de las fuerzas vivas del pueblo. Nada mas llegar somos interrogados por el personal de mantenimiento de los parques solares que abundan por la zona y alucinan de que estas sean nuestras vacaciones. Interesado por nuestra seguridad, el jefe del bar nos recomienda no poner las mesas en el aparcamiento junto a la carretera diciendo que el personal va ciego y no ve. Y efectiviwonder allí apareció, empeñado en que había visto un corcel trotando por la vereda. Parecía ser el mas perjudicado del lugar hasta que un sensato parroquiano, con dificultades en el andar, se sentó a su lado y logró apaciguar el enfado del ciego cuando otro de los clientes le dijo que el caballo de referencia hacía años que habia muerto. El refrigerio consistió en nestté y bocadillo de tortilla de patatas con cebolla, no de tortilla de cebolla como nos había prometido la voluptuosa camarera rumana. La cuenta de los seis ascendió a 18€ lo que hace recomendable el bar a todo tipo de viandantes. Eso sí, no digan que vieron ningún caballo. Antes de partir tuvimos que arreglar el primer pinchazo (Gonzalo) con la suerte de encontrar a la primera una minúscula brizna de cristal incrustado en la cubierta. Le disputo a Gonzalo el sprint de la llegada, cuesta abajo, aunque luego tocó subir en Valverde de Júcar (900 m.) hasta el Hotel. Pinchazo de Albert, con destrozo de cubierta incluido. La apaña Enrique con su habitual maestría y compramos junto a la gasolinera otra de repuesto por si acaso. Nos da de comer Miguel, el camarero del Hotel Paqui, buena persona. Por la tarde a la playa, que no la encontramos, haciendo unos 7 km por pista. Logramos bañarnos en el pantano de Alarcón, todos no, en una cala apartada. A Gonzalo se le ocurrió la idea de bombero de hacernos una foto cada uno con su-bidón. O era una foto como la de los bomberos subida?. Algo así. Pinchazo de Alfonso a la vuelta que recorre mas pista al confundirse de camino. Llegó con la rueda arreglada. Luego cerveza y cena con chupito otra vez donde Miguel. Carlos sigue sin pagar gin-tonics.

5ª ETAPA. Valverde de Júcar – Tarancón. 112 Km. Jueves 21 de julio.
Cambiamos un poco la ruta para pasar junto a los restos romanos de Segóbriga a sugerencia del camarero del hotel. Albert prefiere salir con la rueda apañada antes de montar la cubierta nueva de tacos, todoterreno y de un ancho descomunal que fue la única que encontramos ayer. Casi se arrepiente por el mal estado de la carretera de bajada hasta cruzar el pantano de Alarcón (820 m.). Subida a Olivares (903 m.) quedándonos descolgados los de siempre. Cruzamos La Hinojosa, Montalbanejo, Villar de Cañas y Villarejo hasta Almonacid del Marquesado, por un bonito trazado de transición entre sierra y llano muy apropiado para ir en bici. Almuerzo en Almonacid en el bar BBX2, bocata enorme de jamón, regado con vino, gaseosa y agua, y café con dos gotas de Whisky para quitar el sabor amargo. Total 33€ los seis y renunciando a los chupitos a los que nos quería invitar el dueño. Luego a Segóbriga, con intento de pasear con las bicis en la mano y hacer una visita rápida a las ruinas romanas. El vigilante nos indica que la visita es de una hora, que hay que pagar y que no se puede pasar en bici ni con ella. Le pedimos un plano y nos dice que viene con la entrada. Tercia en la discusión un loro con aspecto de señora diciendo que estemos tranquilos que la Sra. Cospedal lo va arreglar todo. Como no queremos esperar nos vamos antes de que apriete la calor. En Almendros Albert y Carlos repostan agua en una casa mientras los demás esperamos. Según cuentan les dieron a probar diferentes aguas y a distintas temperaturas compitiendo las lugareñas para ver cual era mejor. Si no es por Carlos se quedan a comer. Viento a favor casi todo el tiempo. Apretamos el acelerador y llegamos a Tarancón (830 m.) justo a la hora de comer salvándonos del calor de la tarde. Por la tarde muy largo paseo por el pueblo, para comprar cubiertas de bici porque Carlos también ha roto una de las suyas y Albert las dos. Mucho calor y auténtico desastre urbanístico el de este pueblo. Al final el gin-tonic después de cenar en la terraza del Hotel Sur, que tampoco pagó Carlos, nos compensó del calor del dia.









6ª ETAPA. Tarancón – Toledo. 114 Km. Viernes 22 de julio.
Salimos muy temprano con la idea de llegar a comer a Toledo. Nos extraña la ausencia de tráfico en una vía de servicio por la que rodamos muy cómodos hasta que tenemos que saltar la valla e incorporarnos a la carretera oficial un poco antes de Sta. Cruz de la Zarza (790 m.). Un poco de liada al cruzar el pueblo, bastante extenso, hasta acertar con la carretera que nos dirige al Tajo y a la Comunidad de Madrid. Tras una suave bajada entre perdices y conejos cruzamos el puente sobre el Tajo (534 m.) y llegamos a Villamanrique. Después vuelta a subir (770 m.) entre fincas rodeadas de mallas metálicas y cámaras de seguridad, con abundante arbolado que nos da sombra, para llegar a Colmenar de Oreja (767 m.). Pueblo con una bella plaza que parece que se utiliza como coso taurino en ocasiones. Después de un kilómetro de adoquín donde tiemblan las alforjas, extraordinaria bajada hasta casi Aranjuez (485 m.) donde visitamos el palacio y los jardines, nos volvemos a pelear con el vigilante y tratamos de almorzar lo mismo que el día anterior. Casi lo conseguimos en la plaza de la Constitución, junto al Ayuntamiento, sólo que esta vez sin cafés, gotas de licor, ni invitación a chupitos, y al doble de precio. Subida a la salida de Aranjuez hasta coger la carretera N-400 a Toledo. Trazado con constantes sube-baja donde circulo en cabeza y en solitario durante bastante tiempo. Me cazan un poco antes de Toledo y como siempre me descuelgo, esta vez junto con Albert, en el último repecho. Les doy caza en las múltiples glorietas, cruces de carreteras y enlaces de autovías que hay a la entrada Este de Toledo, porque uno está acostumbrado a circular en estas circunstancias, y llegamos al Hotel cruzando casi por el puente de Alcántara. Después de ver la etapa del Tour de Alpe d´Huez, nos despedimos de Carlos y Gonzalo que se van a Gasteiz. Luego vuelta a visitar Toledo, esta vez con gafas, descubriendo que merece la pena. Cerveza en una terraza junto a la zona de las sinagogas y cena en la plaza de Zocodover, gin-tonic de Carlos incluido, con abundantes referencias a Josu ante el pase del personal. Llegamos a dormir al hotel pisando por fin el puente de Alcántara. Al día siguiente viaje de vuelta, Alfonso a La Almunia, Enrique se queda en Madrid para visitar a su hermano y Albert y yo (Agus) nos volvemos a Donostia por Valladolid, un poco mas largo pero evitando el atasco de la N-I que el día anterior atrapó a Carlos y Gonzalo.














Podeis ver un video resumen en:


http://www.youtube.com/results?search_query=2011bicicastillalamancha&aq=f



Y fotos de Toledo que sacó Agus en:


https://picasaweb.google.com/lh/sredir?uname=errealope&target=ALBUM&id=5641162407525146065&authkey=Gv1sRgCIOJiqPkobC9AQ&feat=email