sábado, 23 de agosto de 2014

Vuelta 2014 A unos 100 Km de Vitoria-Gasteiz

VUELTA DE 2014. A 100 KM. DE VITORIA-GASTEIZ MAS O MENOS.

Participantes: Agus, Albert, Alfonso, Carlos, Enrique y Gonzalo.
Por segunda vez el lugar de salida es la Granja-Escuela de Arkaute situada a la salida de Vitoria-Gasteiz hacia Donostia-SS, junto a la antigua carretera N-I. Los del bando giputxi nos trasladamos en tren a Gasteiz después de un madrugón de Enrique y Agus para coger el de las 06:19 en Donostia. En Tolosa se nos une Albert y llegamos a la estación de Gasteiz a eso de las 08:00 horas donde nos esperaba Carlos.
De víspera en la taquilla de la estación se negaron a darme dos billetes para llevar las bicis sin desmontar en el tren de media distancia, alegando que no había plazas. La solución consistió en sacar el billete por internet donde, de momento, no existe ningún apartado en el que debas declarar que llevas una bicicleta, montar en el tren con la bici entera, sin desmontarla, y luego abonarle 3 euros extra por bici al revisor. Por supuesto a esas horas todo el vagón iba vacío y en todo el tren únicamente nuestras tres bicis.
Algo pasa en Renfe o en Adif con respecto a dar facilidades para viajar con bicis. Siguen igual que con el ancho de vía diferentes al resto de Europa. Ellos se lo pierden.
De la estación nos trasladamos hasta Arkaute donde nos toca esperar a Alfonso que viene desde La Almunia y se ha perdido en el laberinto de glorietas que rodea Vitoria-Gasteiz. Al final Carlos y Gonzalo tienen que ir a buscarle en coche, mientras que los giputxis nos quedamos jugando con Nala, la perrica de la familia de Gonzalo.

1ª ETAPA. VITORIA-GASTEIZ - SOTO EN CAMEROS (La Rioja). 100 Km. (Sábado 12 de julio de 2014).
Mucho frío en Arkaute a la salida, con amenaza de lluvia que se cumple a medias en la subida al Alto de Azazeta (810 m.). El pelotón se parte en dos, por delante Alfonso, Enrique y Gonzalo y por detrás Carlos, Albert y yo (Agus), tomándonos con calma el recorrido. Apenas nos tienen que esperar unos segundos y comenzamos una espectacular bajada, rodando por encima de los 70 km/h. El gusto dura hasta Maeztu donde torcemos hacia Bernedo y cambian a peor el firme y el trazado de la carretera. Afortunadamente mejora el tiempo. Con el traqueteo del trayecto creo perder la bomba de hinchar y me toca desacer en su búsqueda una de las bajadas del rompepiernas del trayecto. Y encima, como iba sin gafas, no la encuentro. En Bernedo aprieta el hambre. Me dan una barrita, dicen de ir a comer directamente a Logroño y tira hacia arriba hasta coronar el Alto de La Aldea o de Bernedo (986 m.). Luce ya el sol que no nos va a abandonar en toda la vuelta. Cambiamos un poco el recorrido y vamos directamente por Oion en lugar de pasar por Kripán y Lantziego como teníamos previsto.
Después de comer, tomo el mando para salir de Logroño (370 m.) y me armo un lío que nos cuesta unos cuatro kilómetros más, dos de ellos por autovía. Hace calor y la carretera pica hacia arriba. En Villamediama Carlos sufre el primer pinchazo. Hasta Ribafrecha ruedo detrás de Alfonso y dejamos atrás al resto del grupo. No le puedo seguir y a partir de aquí arrecia la pendiente y me me van pasando primero Gonzalo, luego Enrique y luego Albert. Llegamos al mirador sobre el cañón del río Leza (800 m.) donde nos volvemos a juntar y terminamos la etapa bajando a Soto en Cameros (717 m.), casi estrenando el albergue que hay junto a la carretera, donde nos atienden muy bien y en un bonito pueblo. Merece la pena el paseo de subida hasta la ermita.

2ª ETAPA. SOTO EN CAMEROS – ARNEDILLO. 120 Km.

Etapa con dos puertos de los que teníamos referencias y un tercero -Oncala- desconocido. Todo por no ir por la pista que desde el Puerto de Piqueras (1.711 m.) asciende unos tres kilómetros más y baja a Santa Cruz de Yanguas. Estaba sin asfaltar y no teníamos ruedas adecuadas. Les digo de tomarnos la etapa con tranquilidad al menos hasta pasar Piqueras, por lo que Carlos, Albert y yo vamos juntos y reservando fuerzas. Desayunamos a las 07:30 y empezamos a rodar con mucho frío aunque con sol. Después de 23 km. de suave subida, salvo los siete últimos que son mas duros, pasamos por el Alto de Sancho Leza (1.399 m.) en medio de robles y hayas. A la bajada espanto a una ardilla que estaba en mitad de la carretera. Tomamos la N-111 (1.230 m.) donde prácticamente empieza la subida a Piqueras. Albert y yo vamos junto a Carlos diciéndole las curvas que faltan y cantando canciones republicanas hasta que el resuello nos impide seguir... cantando. 
Se agradece la construcción del túnel que nos quita el tráfico durante la subida y más aún a la bajada. Llegando a Almorza (1.140m.) Carlos vuelve a pinchar y se demoran un poco al reparar la rueda. Gonzalo, con buen criterio, decide hacer la etapa como lo hace Fernando Alonso, a dos paradas, y toca la primera por lo que nos quedamos a almorzar en Almorza, como su propio nombre indica.
Cambiamos de rumbo y vamos hacia Ventosa de la Sierra (1.254 m.) por una carretera que empieza muy bien y se va estropeando poco a poco. Enseguida llega el cruce con la carretera SO-645 que va al Puerto de Oncala (1.454 m.). Se ven las aspas de los aerogeneradores y nos parece que la cima está muy cerca, pero aún quedan unos 8 km. que parecen que nunca se acaban. Todo queda compensado con la bajada casi hasta llegar a Yanguas (995 m.) donde volvemos a parar y a recuperar el recorrido que inicialmente teníamos previsto.
Cerveza con bizcocho es el menú elegido ante el asombro del tabernero. Junto a nosotros se encuentra una familia de maestros cuyos vástagos nos venden unas educativas pulseras, a 0,50 euros cada una, hechas con gomas de colores. Al terminar el café, descubro que también he debido perder la bolsa con los desmontadores que llevo debajo del sillín. Coincidimos con un autobús de Bidasotarras (Irun y Hondarribia) que nos informan con todo detalle del trazado que nos queda. Era fácil. Solo una pequeña tachuela, donde logramos adelantar al único ciclista en toda la vuelta, y el resto bajada hasta Arnedillo (690 m.). Trato de ir delante pero me quedo descolgado, un fuerte dolor en la planta del pié derecho me impide pedalear con fuerza. Se me curó en la piscina del balneario y casi me vuelve a dar al día siguiente cuando ví que nos habían cobrado 90 euros a los seis por bañarnos sólo cuatro (Carlos, Albert, Enrique y yo) apenas una hora en la piscina. Y tres euros mas a cada uno por el gorro. No valía ni ser calvo.
Por la noche, como casi siempre, Alemania le ganó a Argentina en la final del mundial de fútbol.

3ª ETAPA. ARNEDILLO – MONREAL. 121 Km.
Larga etapa pero llegamos a Monreal (540 m.) para la hora de comer, parando incluso en Artajona.
Volvemos a salir temprano, a las 07:45 ya estábamos sobre la bici. Todo bajada hasta cruzar el Ebro en San Adrián (291 m.), salvo una pequeña tachuelilla a la salida de Quel. El día anterior unos ciclistas con alforjas, como nosotros, nos disuaden de circular por la vía verde de Autol que es paralela al río Cidacos, por lo que vamos por carretera todo decididos y con aire a favor.
En el valle del Ebro aparece el cierzo. Como nos dirigimos hacia Azkoien, sigue soplando a favor compensando el repecho que hay a la salida de San Adrián y el excesivo tráfico de camiones. Uno casi me afeita la oreja y luego la de Albert que iba por delante. Alguien le debería de cortar el rabo (al camionero) y completar la faena. Cruzamos el Arga, río al que veremos nacer mañana, con cambio de rumbo hacia el norte y viento de costado que más tarde será de cara. Se sufre, Carlos se queda descolgado, yo casi, pero llegamos a Artajona (410 m.) con tiempo para almorzar. Agradable almuerzo donde nos cuentan historias del “Barrero” (persona dedicada en Arnedillo a aplicar tratamientos de barro, principalmente a las mujeres), de como se cogen cangrejos en el Arga y acerca del homenage que le harían al que ganó Eurovisión este año.

Inflados de reir y comer nos dirigimos hacia el Alto del Carrascal y la cuesta previa de Artajona (625 m.). Esta vez Carlos revive y me cuesta mucho seguirle cuesta arriba. 
A la bajada me vuelvo a liar con el cruce y les hago subir hasta el casco de Tiebas, donde por primera vez tengo que poner el plato pequeño para poder subir. En compensación les digo que por la tarde no es obligatorio subir a la Higa de Monreal (1.295 m.), aunque Alfonso protesta. Como buen músico dice que hay que hacer todo lo que pone en la partitura, es decir todo lo que decía el perfil de etapa previsto.
Al torcer hacia Monreal el viento nos da a favor y llegamos casi sin enterarnos. Muy buena la comida en la posada junto a la iglesia y fenomenal el alojamiento en la casa rural Etxartenea. Nadie subió a la Higa, nos dijeron que la carretera estaba con tramos sin asfaltar. Siesta y paseo al atardecer por un bonito pueblo que merece la pena visitar en lugar de pasar corriendo en coche por la carretera, como hasta ahora habíamos hecho.

4ª ETAPA. MONREAL – EUGI. 104 Km.
Desayuno tempranero en Etxartenea, al mismo nivel que el alojamiento, con un excelente batido de yogourt, manzana, franbuesa y cereales y un fenomenal bizcocho. Luego etapa con sorpresas. La primera nada mas salir y subir a Alzorriz (650 m.). Todos los mapas señalaban una carretera hasta Najurieta que resultó ser una pista sin asfaltar. Vemos como Carlos y Albert vienen con la bici en la mano e hicieron bien porque enseguida sufro el primer pinchazo. Luego les acompañé en la caminata. Afortunadamente Najurieta está cerca, a la vista, y de nuevo toca carretera que pica hacia abajo casi hasta llegar a Aoiz (500 m.). 
Decidimos cambiar la ruta para compensar el tramo que hemos hecho andando. Vamos por una nueva carretera con dos subidas que finalizan en túnel hasta Nagore y luego por el valle del Urrobi hasta el camping de Burguete donde empezamos a tomar contacto con el Pirineo y los bosques de hayas. La segunda sorpresa se produce un poco antes de Roncesvalles donde se nos aparece Josu en moto. Le invitamos a almorzar en Casa Sabina y como siempre, le vemos preocupado por donde y a que hora vamos a comer. También le invitamos a seguirnos desde Ibañeta (1.056 m.) al Alto de Lindux (1.190 m.) pero no se fía del estado de la carretera y decide ir a Urepel (420 m.) por Zubiri. Les explico deprisa las disputas históricas acerca del Quinto Real y los Alduides y de lo bonito que es todo, que me parece que es lo único que me entendieron.
Pasado Ibañeta no tengo mas remedio que volver a poner el plato pequeño para subir y cuando ya no me quedaban piñones echar pié a tierra unos metros. De Lindux hacia abajo la carretera y el panorama son excelentes. Segundo pinchazo a pesar de todo, esta vez en la rueda de adelante. La bajada es larga pero hay que ir atento en todos los cruces pues todas las señales están pensadas para ir de abajo hacia arriba, hacia Roncesvalles, y en lugar de llegar a Urepel puedes bajar a Baigorri o vaya usted a saber donde. El tramo final tiene unas pendientes enormes y se encuentra en peor estado. En Urepel, cuna del bertsolari Xalbador, vuelve a aparecer Josu justo cuando empezamos a subir hacia Esnazu y Urkiaga. Por tercera vez tengo que poner el plato pequeño en las cuestas de Esnazu, mientras que alguno del grupo subió a remolque de la moto de Josu.
Luego se suaviza la cuesta hasta pasar el antiguo cuartel del Quinto. Asciendo en solitario con Alfonso, Gonzalo y Enrique por delante y Carlos y Albert por detrás, hasta que me pasa la moto de Josu con un remolque matrícula de Valencia. En el Alto de Urkiaga (912 m.), donde nace el Arga, no hay nadie esperando por lo que me imagino que han bajado a comer a Olazar. Mejor, así no les doy mas la brasa con los recuerdos de mi infancia (La venta de Castro, Urkiaga, Adi, la txabola de Urkiaga, Zuraun, Olaberri, el pantano... y luego Eugi). Comemos bien, igual demasiado, sólo quedan seis kilómetros para Eugi (650 m.) para hacer por la tarde.

5ª ETAPA. EUGI - ARIZKUN. 95 Km.
Dejamos Eugi para las 8:00, parada técnica antes de bajar a Urtasun y enseguida el Alto de Egozkue (897 m.). Mucho setero en el camino, al igual que el día anterior. A la bajada, el paso por Egozkue sigue con el mismo firme que tenía la carretera cuando venía por estos lares hace 50 años, un rebaño de ovejas nos obliga a reagruparnos y a bajar juntos hasta Olague. Mucho tráfico y muy pesado por la carretera de Belate hasta el cruce de Ulzama. Pasado Alkotz me paso el atajo de la derecha y vamos a Larraintzar por Lizaso. Más kilometros. La segunda dificultad es el Alto de Saldias (830 m.) con recompensa en la parte final de la subida. 
Excelente la bajada y las vistas hacia Basakabi y Erasun, alguna tachuelilla en Labaien y sigue la bajada hasta Doneztebe donde paramos a almorzar. Visto el tráfico de la carretera de Belate no me hace mucha gracia ir por Berroeta y Ziga, pero el pelotón está con ganas de marcha y hacemos lo previsto. Al final sólo son un par de kilómetros junto a los camiones, el resto, por lo que queda de la antigua carretera y luego la subida a Ziga es mas suave que lo esperado. Bajada a Irurita y rápidamente llegamos a comer a Elizondo. Aparece Meoki con su madre y les regalo el premio de la subida a Saldias. Luego café, tertulia y visita turística por la zona, Bozate, Santxotena, Erratzu y finalmente Arizkun (280 m.).
Nos cuesta un poco dar con la casa del hermano de Enrique, donde nos alojamos, pero logramos instalarnos perfectamente. Tradicional partida de potxa que pierdo aparatosamente y visita a Kike. Me toca pagar la cerveza del pelotón y la que nos tomamos con el y el panadero, que nos informa de la relatividad de los horarios en el Baztan, en especial los de Arizkun, y de como se cogen las truchas. Kike nos invita a un txakolí con antxoas en su casa y aprueba el lugar elegido para la cena, el Etxeberria, donde damos cuenta de una suculentas truchas con jamón. ¿Serían las del panadero?.

6ª ETAPA. ARIZKUN – DONOSTIA. 96 Km.
Etapa con seis puertos sin contar la subida a la calle Palacio, le Col de ma Maison, como dicen algunos, por lo que después de recoger y dejar -¿Como estaba?- la casa, tratamos de desayunar lo mas rápido posible en uno de los bares que hay junto al cruce de Erratzu. Con un poco de paciencia comprobamos la relatividad de los horarios de esta zona y un poco más tarde de lo habitual, atacamos tres puertos seguidos. Primero el de Otsondo (582 m.) hasta el cruce de Orabidea. Bajada (250 m.) y vuelta a subir (460 m.) con fuertes pendientes y el tercer plato.
Aquí no hay tu tía y encima con carretera malísima. Otra vez a bajar (260 m.) y otra vez a subir (434 m.) antes de bajar, ya con mejor carretera, a Zugarramurdi (200 m.). Continuamos bajando hacia Sara (80 m.) y sin pasar por la bonita localidad, conocida ya en vueltas anteriores, empezamos a subir al Col de Lizuniaga (227 m.). Gonzalo se detiene a hacerse una foto junto al restaurante Pikasarri y yo comento junto a Enrique la cantidad de seteros que hay por la zona. Esperamos un poco en el alto y bajada hasta Bera (50 m.) y luego a Lesaka donde paramos a almorzar después de colocarle las mesas a una simpática tabernera que acababa de abrir y no tenía aún disponible la cocina. Al final nos decidimos por el Kasino.
Hace calor y nos informan de la posibilidad de galerna en Donostia. A Gonzalo, ante la posibilidad de mojarse, le entra el pánico y acelera como nunca en la subida a Agiña (561 m.). En el alto no espera y de seguido, tras bajar al embalse de San Anton (250 m.), acometo en compañía de Enrique la última subida fuerte de la jornada al alto de Arritxulegi (440 m.). Vuelta a reagruparnos y bajada hasta el barrio de Ergoien de Oiartzun, con parada a comer y a descansar. Carlos pagó la comida, aunque tenámos que ser nosotros los que se la pagásemos a el, pues totalmente recuperado, se ha comportado como un jabato en toda la vuelta. Aún les reservo la última sorpresa para los que habían rodado años atrás por esta zona y es que desde aquí, hasta el Peine del Viento en Donostia, todo es bidegorri, sin tocar la carretera. Gonzalo y Albert, no salen de su asombro, desconocían el no pasar por la N-I en Errenteria y el túnel de Intxaurrondo para bicis y peatones.


En Donostia, cerveza, ducha, aseo, poteo en el Antiguo y cena en casa de Josu, junto con Patxi y Pello para rematar el día. Excelente anfitrión y muy buena cena. 

El año que viene Cádiz y Málaga e iremos los nueve. Esto se anima. De momento compraré lotería para todos con lo ahorrado en la comida de Ergoien. Al día siguiente, pasada la resaca, encontré la bomba de hinchar y la bolsa de las herramientas en la cocina de mi casa. Me esoy haciendo mayor.