VUELTA DE 2014. A 100
KM. DE VITORIA-GASTEIZ MAS O MENOS.
Participantes: Agus,
Albert, Alfonso, Carlos, Enrique y Gonzalo.
Por segunda vez el
lugar de salida es la Granja-Escuela de Arkaute situada a la salida
de Vitoria-Gasteiz hacia Donostia-SS, junto a la antigua carretera
N-I. Los del bando giputxi nos trasladamos en tren a Gasteiz después
de un madrugón de Enrique y Agus para coger el de las 06:19 en
Donostia. En Tolosa se nos une Albert y llegamos a la estación de
Gasteiz a eso de las 08:00 horas donde nos esperaba Carlos.
De víspera en la
taquilla de la estación se negaron a darme dos billetes para llevar
las bicis sin desmontar en el tren de media distancia, alegando que
no había plazas. La solución consistió en sacar el billete por
internet donde, de momento, no existe ningún apartado en el que
debas declarar que llevas una bicicleta, montar en el tren con la
bici entera, sin desmontarla, y luego abonarle 3 euros extra por bici
al revisor. Por supuesto a esas horas todo el vagón iba vacío y en
todo el tren únicamente nuestras tres bicis.
Algo pasa en Renfe o en
Adif con respecto a dar facilidades para viajar con bicis. Siguen
igual que con el ancho de vía diferentes al resto de Europa. Ellos
se lo pierden.
De la estación nos
trasladamos hasta Arkaute donde nos toca esperar a Alfonso que viene
desde La Almunia y se ha perdido en el laberinto de glorietas que
rodea Vitoria-Gasteiz. Al final Carlos y Gonzalo tienen que ir a
buscarle en coche, mientras que los giputxis nos quedamos jugando con
Nala, la perrica de la familia de Gonzalo.
1ª ETAPA.
VITORIA-GASTEIZ - SOTO EN CAMEROS (La Rioja). 100 Km. (Sábado 12
de julio de 2014).
Mucho frío en Arkaute
a la salida, con amenaza de lluvia que se cumple a medias en la
subida al Alto de Azazeta (810 m.). El pelotón se parte en dos, por
delante Alfonso, Enrique y Gonzalo y por detrás Carlos, Albert y yo
(Agus), tomándonos con calma el recorrido. Apenas nos tienen que
esperar unos segundos y comenzamos una espectacular bajada, rodando
por encima de los 70 km/h. El gusto dura hasta Maeztu donde torcemos
hacia Bernedo y cambian a peor el firme y el trazado de la carretera.
Afortunadamente mejora el tiempo. Con el traqueteo del trayecto creo
perder la bomba de hinchar y me toca desacer en su búsqueda una de
las bajadas del rompepiernas del trayecto. Y encima, como iba sin
gafas, no la encuentro. En Bernedo aprieta el hambre. Me dan una
barrita, dicen de ir a comer directamente a Logroño y tira hacia
arriba hasta coronar el Alto de La Aldea o de Bernedo (986 m.). Luce
ya el sol que no nos va a abandonar en toda la vuelta. Cambiamos un
poco el recorrido y vamos directamente por Oion en lugar de pasar
por Kripán y Lantziego como teníamos previsto.
Después de comer, tomo
el mando para salir de Logroño (370 m.) y me armo un lío que nos
cuesta unos cuatro kilómetros más, dos de ellos por autovía. Hace
calor y la carretera pica hacia arriba. En Villamediama Carlos sufre
el primer pinchazo. Hasta Ribafrecha ruedo detrás de Alfonso y
dejamos atrás al resto del grupo. No le puedo seguir y a partir de
aquí arrecia la pendiente y me me van pasando primero Gonzalo, luego
Enrique y luego Albert. Llegamos al mirador sobre el cañón del río
Leza (800 m.) donde nos volvemos a juntar y terminamos la etapa
bajando a Soto en Cameros (717 m.), casi estrenando el albergue que
hay junto a la carretera, donde nos atienden muy bien y en un bonito
pueblo. Merece la pena el paseo de subida hasta la ermita.
2ª ETAPA. SOTO EN
CAMEROS – ARNEDILLO. 120 Km.
Etapa con dos puertos
de los que teníamos referencias y un tercero -Oncala- desconocido.
Todo por no ir por la pista que desde el Puerto de Piqueras (1.711
m.) asciende unos tres kilómetros más y baja a Santa Cruz de
Yanguas. Estaba sin asfaltar y no teníamos ruedas adecuadas. Les
digo de tomarnos la etapa con tranquilidad al menos hasta pasar
Piqueras, por lo que Carlos, Albert y yo vamos juntos y reservando
fuerzas. Desayunamos a las 07:30 y empezamos a rodar con mucho frío
aunque con sol. Después de 23 km. de suave subida, salvo los siete
últimos que son mas duros, pasamos por el Alto de Sancho Leza (1.399
m.) en medio de robles y hayas. A la bajada espanto a una ardilla que
estaba en mitad de la carretera. Tomamos la N-111 (1.230 m.) donde
prácticamente empieza la subida a Piqueras. Albert y yo vamos junto
a Carlos diciéndole las curvas que faltan y cantando canciones
republicanas hasta que el resuello nos impide seguir... cantando.
Se
agradece la construcción del túnel que nos quita el tráfico
durante la subida y más aún a la bajada. Llegando a Almorza
(1.140m.) Carlos vuelve a pinchar y se demoran un poco al reparar la
rueda. Gonzalo, con buen criterio, decide hacer la etapa como lo hace
Fernando Alonso, a dos paradas, y toca la primera por lo que nos
quedamos a almorzar en Almorza, como su propio nombre indica.
Cambiamos de rumbo y
vamos hacia Ventosa de la Sierra (1.254 m.) por una carretera que
empieza muy bien y se va estropeando poco a poco. Enseguida llega el
cruce con la carretera SO-645 que va al Puerto de Oncala (1.454 m.).
Se ven las aspas de los aerogeneradores y nos parece que la cima está
muy cerca, pero aún quedan unos 8 km. que parecen que nunca se
acaban. Todo queda compensado con la bajada casi hasta llegar a
Yanguas (995 m.) donde volvemos a parar y a recuperar el recorrido
que inicialmente teníamos previsto.
Cerveza con bizcocho es
el menú elegido ante el asombro del tabernero. Junto a nosotros se
encuentra una familia de maestros cuyos vástagos nos venden unas
educativas pulseras, a 0,50 euros cada una, hechas con gomas de
colores. Al terminar el café, descubro que también he debido perder
la bolsa con los desmontadores que llevo debajo del sillín.
Coincidimos con un autobús de Bidasotarras (Irun y Hondarribia) que
nos informan con todo detalle del trazado que nos queda. Era fácil.
Solo una pequeña tachuela, donde logramos adelantar al único
ciclista en toda la vuelta, y el resto bajada hasta Arnedillo (690
m.). Trato de ir delante pero me quedo descolgado, un fuerte dolor en
la planta del pié derecho me impide pedalear con fuerza. Se me curó
en la piscina del balneario y casi me vuelve a dar al día siguiente
cuando ví que nos habían cobrado 90 euros a los seis por bañarnos
sólo cuatro (Carlos, Albert, Enrique y yo) apenas una hora en la
piscina. Y tres euros mas a cada uno por el gorro. No valía ni ser
calvo.
Por la noche, como casi
siempre, Alemania le ganó a Argentina en la final del mundial de
fútbol.
3ª ETAPA. ARNEDILLO –
MONREAL. 121 Km.
Larga etapa pero
llegamos a Monreal (540 m.) para la hora de comer, parando incluso en
Artajona.
Volvemos a salir
temprano, a las 07:45 ya estábamos sobre la bici. Todo bajada hasta
cruzar el Ebro en San Adrián (291 m.), salvo una pequeña
tachuelilla a la salida de Quel. El día anterior unos ciclistas con
alforjas, como nosotros, nos disuaden de circular por la vía verde
de Autol que es paralela al río Cidacos, por lo que vamos por
carretera todo decididos y con aire a favor.
En el valle del Ebro
aparece el cierzo. Como nos dirigimos hacia Azkoien, sigue soplando a
favor compensando el repecho que hay a la salida de San Adrián y el
excesivo tráfico de camiones. Uno casi me afeita la oreja y luego la
de Albert que iba por delante. Alguien le debería de cortar el rabo
(al camionero) y completar la faena. Cruzamos el Arga, río al que
veremos nacer mañana, con cambio de rumbo hacia el norte y viento de
costado que más tarde será de cara. Se sufre, Carlos se queda
descolgado, yo casi, pero llegamos a Artajona (410 m.) con tiempo
para almorzar. Agradable almuerzo donde nos cuentan historias del
“Barrero” (persona dedicada en Arnedillo a aplicar tratamientos
de barro, principalmente a las mujeres), de como se cogen cangrejos
en el Arga y acerca del homenage que le harían al que ganó
Eurovisión este año.
Inflados de reir y
comer nos dirigimos hacia el Alto del Carrascal y la cuesta previa de
Artajona (625 m.). Esta vez Carlos revive y me cuesta mucho seguirle
cuesta arriba.
A la bajada me vuelvo a liar con el cruce y les hago
subir hasta el casco de Tiebas, donde por primera vez tengo que poner
el plato pequeño para poder subir. En compensación les digo que por
la tarde no es obligatorio subir a la Higa de Monreal (1.295 m.),
aunque Alfonso protesta. Como buen músico dice que hay que hacer
todo lo que pone en la partitura, es decir todo lo que decía el
perfil de etapa previsto.
Al torcer hacia Monreal
el viento nos da a favor y llegamos casi sin enterarnos. Muy buena la
comida en la posada junto a la iglesia y fenomenal el alojamiento en
la casa rural Etxartenea. Nadie subió a la Higa, nos dijeron que la
carretera estaba con tramos sin asfaltar. Siesta y paseo al atardecer
por un bonito pueblo que merece la pena visitar en lugar de pasar
corriendo en coche por la carretera, como hasta ahora habíamos
hecho.
4ª ETAPA. MONREAL –
EUGI. 104 Km.
Desayuno tempranero en
Etxartenea, al mismo nivel que el alojamiento, con un excelente
batido de yogourt, manzana, franbuesa y cereales y un fenomenal
bizcocho. Luego etapa con sorpresas. La primera nada mas salir y
subir a Alzorriz (650 m.). Todos los mapas señalaban una carretera
hasta Najurieta que resultó ser una pista sin asfaltar. Vemos como
Carlos y Albert vienen con la bici en la mano e hicieron bien porque
enseguida sufro el primer pinchazo. Luego les acompañé en la
caminata. Afortunadamente Najurieta está cerca, a la vista, y de
nuevo toca carretera que pica hacia abajo casi hasta llegar a Aoiz
(500 m.).
Decidimos cambiar la ruta para compensar el tramo que hemos
hecho andando. Vamos por una nueva carretera con dos subidas que
finalizan en túnel hasta Nagore y luego por el valle del Urrobi
hasta el camping de Burguete donde empezamos a tomar contacto con el
Pirineo y los bosques de hayas. La segunda sorpresa se produce un
poco antes de Roncesvalles donde se nos aparece Josu en moto. Le
invitamos a almorzar en Casa Sabina y como siempre, le vemos
preocupado por donde y a que hora vamos a comer. También le
invitamos a seguirnos desde Ibañeta (1.056 m.) al Alto de Lindux
(1.190 m.) pero no se fía del estado de la carretera y decide ir a
Urepel (420 m.) por Zubiri. Les explico deprisa las disputas
históricas acerca del Quinto Real y los Alduides y de lo bonito que
es todo, que me parece que es lo único que me entendieron.
Pasado
Ibañeta no tengo mas remedio que volver a poner el plato pequeño
para subir y cuando ya no me quedaban piñones echar pié a tierra
unos metros. De Lindux hacia abajo la carretera y el panorama son
excelentes. Segundo pinchazo a pesar de todo, esta vez en la rueda de
adelante. La bajada es larga pero hay que ir atento en todos los
cruces pues todas las señales están pensadas para ir de abajo hacia
arriba, hacia Roncesvalles, y en lugar de llegar a Urepel puedes
bajar a Baigorri o vaya usted a saber donde. El tramo final tiene
unas pendientes enormes y se encuentra en peor estado. En Urepel,
cuna del bertsolari Xalbador, vuelve a aparecer Josu justo cuando
empezamos a subir hacia Esnazu y Urkiaga. Por tercera vez tengo que
poner el plato pequeño en las cuestas de Esnazu, mientras que alguno
del grupo subió a remolque de la moto de Josu.Luego se suaviza la cuesta hasta pasar el antiguo cuartel del Quinto. Asciendo en solitario con Alfonso, Gonzalo y Enrique por delante y Carlos y Albert por detrás, hasta que me pasa la moto de Josu con un remolque matrícula de Valencia. En el Alto de Urkiaga (912 m.), donde nace el Arga, no hay nadie esperando por lo que me imagino que han bajado a comer a Olazar. Mejor, así no les doy mas la brasa con los recuerdos de mi infancia (La venta de Castro, Urkiaga, Adi, la txabola de Urkiaga, Zuraun, Olaberri, el pantano... y luego Eugi). Comemos bien, igual demasiado, sólo quedan seis kilómetros para Eugi (650 m.) para hacer por la tarde.
5ª ETAPA. EUGI -
ARIZKUN. 95 Km.
Dejamos Eugi para las
8:00, parada técnica antes de bajar a Urtasun y enseguida el Alto de
Egozkue (897 m.). Mucho setero en el camino, al igual que el día
anterior. A la bajada, el paso por Egozkue sigue con el mismo firme
que tenía la carretera cuando venía por estos lares hace 50 años,
un rebaño de ovejas nos obliga a reagruparnos y a bajar juntos hasta
Olague. Mucho tráfico y muy pesado por la carretera de Belate hasta
el cruce de Ulzama. Pasado Alkotz me paso el atajo de la derecha y
vamos a Larraintzar por Lizaso. Más kilometros. La segunda
dificultad es el Alto de Saldias (830 m.) con recompensa en la parte
final de la subida.
Excelente la bajada y las vistas hacia Basakabi y
Erasun, alguna tachuelilla en Labaien y sigue la bajada hasta
Doneztebe donde paramos a almorzar. Visto el tráfico de la carretera
de Belate no me hace mucha gracia ir por Berroeta y Ziga, pero el
pelotón está con ganas de marcha y hacemos lo previsto. Al final
sólo son un par de kilómetros junto a los camiones, el resto, por
lo que queda de la antigua carretera y luego la subida a Ziga es mas
suave que lo esperado. Bajada a Irurita y rápidamente llegamos a
comer a Elizondo. Aparece Meoki con su madre y les regalo el premio
de la subida a Saldias. Luego café, tertulia y visita turística por
la zona, Bozate, Santxotena, Erratzu y finalmente Arizkun (280 m.).
Nos cuesta un poco dar con la casa del hermano de Enrique, donde nos
alojamos, pero logramos instalarnos perfectamente. Tradicional
partida de potxa que pierdo aparatosamente y visita a Kike. Me toca
pagar la cerveza del pelotón y la que nos tomamos con el y el
panadero, que nos informa de la relatividad de los horarios en el
Baztan, en especial los de Arizkun, y de como se cogen las truchas.
Kike nos invita a un txakolí con antxoas en su casa y aprueba el
lugar elegido para la cena, el Etxeberria, donde damos cuenta de una
suculentas truchas con jamón. ¿Serían las del panadero?.
6ª ETAPA. ARIZKUN –
DONOSTIA. 96 Km.
Etapa con seis puertos
sin contar la subida a la calle Palacio, le Col de ma Maison, como
dicen algunos, por lo que después de recoger y dejar -¿Como
estaba?- la casa, tratamos de desayunar lo mas rápido posible en uno
de los bares que hay junto al cruce de Erratzu. Con un poco de
paciencia comprobamos la relatividad de los horarios de esta zona y
un poco más tarde de lo habitual, atacamos tres puertos seguidos.
Primero el de Otsondo (582 m.) hasta el cruce de Orabidea. Bajada
(250 m.) y vuelta a subir (460 m.) con fuertes pendientes y el tercer
plato.
Aquí no hay tu tía y encima con carretera malísima. Otra
vez a bajar (260 m.) y otra vez a subir (434 m.) antes de bajar, ya
con mejor carretera, a Zugarramurdi (200 m.). Continuamos bajando
hacia Sara (80 m.) y sin pasar por la bonita localidad, conocida ya
en vueltas anteriores, empezamos a subir al Col de Lizuniaga (227
m.). Gonzalo se detiene a hacerse una foto junto al restaurante
Pikasarri y yo comento junto a Enrique la cantidad de seteros que hay
por la zona. Esperamos un poco en el alto y bajada hasta Bera (50 m.)
y luego a Lesaka donde paramos a almorzar después de colocarle las
mesas a una simpática tabernera que acababa de abrir y no tenía aún
disponible la cocina. Al final nos decidimos por el Kasino.Hace calor y nos informan de la posibilidad de galerna en Donostia. A Gonzalo, ante la posibilidad de mojarse, le entra el pánico y acelera como nunca en la subida a Agiña (561 m.). En el alto no espera y de seguido, tras bajar al embalse de San Anton (250 m.), acometo en compañía de Enrique la última subida fuerte de la jornada al alto de Arritxulegi (440 m.). Vuelta a reagruparnos y bajada hasta el barrio de Ergoien de Oiartzun, con parada a comer y a descansar. Carlos pagó la comida, aunque tenámos que ser nosotros los que se la pagásemos a el, pues totalmente recuperado, se ha comportado como un jabato en toda la vuelta. Aún les reservo la última sorpresa para los que habían rodado años atrás por esta zona y es que desde aquí, hasta el Peine del Viento en Donostia, todo es bidegorri, sin tocar la carretera. Gonzalo y Albert, no salen de su asombro, desconocían el no pasar por la N-I en Errenteria y el túnel de Intxaurrondo para bicis y peatones.
En Donostia, cerveza,
ducha, aseo, poteo en el Antiguo y cena en casa de Josu, junto con
Patxi y Pello para rematar el día. Excelente anfitrión y muy buena
cena.
El año que viene Cádiz y Málaga e iremos los nueve. Esto se
anima. De momento compraré lotería para todos con lo ahorrado en la
comida de Ergoien. Al día siguiente, pasada la resaca, encontré la
bomba de hinchar y la bolsa de las herramientas en la cocina de mi
casa. Me esoy haciendo mayor.