AÑO 2009. SEVILLA – ASTORGA. 725,4 Km.
PARTICIPANTES: Albert, Gonzalo, Enrique, Alfonso, Carlos, Agus y .... Ana.
Seis días para hacer lo que podamos de la Ruta de la Plata. Viajamos todos juntos de víspera hasta Sevilla en una amplia furgoneta alquilada en Gasteiz, gracias a las labores de Enrique, que encima hizo de chofer durante el viaje. Previamente, Alfonso y los giputxis, dejamos nuestros vehículos en la granja de Arkaute. El viaje muy cómodo, incluso las bicis cupieron en la parte trasera sin invadir la zona de asientos y sin desmontar absolutamente nada. En el trayecto paramos un poco antes de Salamanca y pasado el puerto de Béjar para comer. Yo quería comer en Béjar pero la entrada presentaba dificultades por obras y esta vez no me dejaron. En la comida, emocionado por nuestra presencia, el camarero nos habló de su experiencia con el ciclismo y con algún ciclista que pasó por allí. Por la tarde, vemos la carretera por la que vamos a circular los días siguientes y tras liarnos un poco a la entrada de Sevilla, rectificamos enseguida y llegamos con bastante precisión al polígono industrial donde debíamos dejar la furgoneta. Luego etapa prólogo de 7 km. hasta el hotel, con incidentes. De entrada trato de hinchar mi rueda delantera con una moderna bomba recién estrenada que aún no he conseguido saber como funciona. En vez de hincharla la desinflo mas aún y hago todo el trayecto con absoluta inseguridad. Nada mas llegar al hotel pincho la rueda y tengo que cambiar la cámara en el mismo hall. Después de asearnos y tomar unas cañas, Carlos nos presentó a Ana, encantadora ciclista sevillana que hizo de anfitriona y nos enseñó todo lo que pudo, de la ciudad, no penséis mal. Apareció en bici, nos sacó de vinos, nos llevó a cenar, nos compró helados y al día siguiente nos acompañó en un tramo de la primera etapa.
1ª ETAPA. Sevilla – Fuente de Cantos. 120,5 Km. Domingo 19 de julio.
Aún de noche y sin nada en el estómago salimos del hotel porque habíamos quedado con Ana a las 06:30 en el Puente de Triana. Llegamos tarde, estaba esperándonos, y encima Enrique pinchó nada mas llegar. Le enseñamos a Ana, como arreglar una rueda desayunando a la vez improvisadamente en la churrería que hay junto al puente. Tras las fotos de rigor comenzamos la etapa por el bidegorri sevillano paralelo al Guadalquivir. Al terminar el bidegorri nos despedimos con pena de Ana que se ha portado como una campeona. No seguimos estrictamente la ruta de la plata y antes de llegar a Alcalá del Río (31 m.), nuevo pinchazo de Enrique para desesperación de la vecindad de los arrabales de Sevilla. Cruzamos el río, empezamos a subir hacia Castilblanco y otro pinchazo de Enrique, que empieza ya a mosquearse. Desayunamos otra vez en Castilblanco (312 m.), seguimos subiendo y Enrique vuelve a pinchar un poco antes del alto (530 m.). Nos dividimos, los mas lentos, Carlos, Albert y Yo (Agus) vamos a Almadén (500 m.) y los mas rápidos, Gonzalo, Alfonso y Enrique, se quedan a investigar el origen de tanto pinchazo en la misma rueda. Es Alfonso, el mas joven y aún sin presbicia, quien descubre el minúsculo trozo de alambre incrustado en la cubierta de Enrique. Eufóricos por el éxito pasan de largo Almadén y se van directamente a Santa Olalla, mientras nosotros les seguimos esperando y arreglando el mundo con los jubilados de la localidad. Aclarado el entuerto y después de ir hacia El Real de la Jara unos km. y volver de nuevo, vamos tras ellos subiendo y bajando constantemente por la sierra con un calor cada vez mas agobiante. Después de comer en Santa Olalla y al llegar a la Venta del Culibrín (544 m.) subida con 39º de temperatura al Puerto de la Cruz (751 m.) en cuya cima está Monesterio. Tras refrescarnos en un bar, cometemos el delito de no probar los famosos embutidos y jamones de la localidad. Que no se entere Ana. Nos esperan 20 km. de bajada hasta Fuente de Cantos (590 m.), con los últimos km en plan rompepiernas. Entre las confusiones y rectificaciones del trayecto previsto nos cayeron unos 140 km, con el calor como dificultad añadida. A la llegada nos hospedamos en un antiguo monasterio reconvertido e albergue. Cena en un bar de la plaza del pueblo, ensalada y paella a 4€ el menú, inmejorable.
2ª ETAPA. Fuente de Cantos – Cáceres. 150,5 Km. Lunes 20 de julio.
Etapa larga, por lo que salimos justo al amanecer después de un buen desayuno en el albergue, temiendo que nos pille otra vez el calor. Con un perfil propicio rodamos muy rápido por la antigua carretera general. A la altura de Zafra, Carlos revienta una cubierta que la apañamos chapuceramente lo justo para desviarnos a Zafra y tratar de comprar una nueva. Son las 09:00 y los talleres de bicis no abren hasta las 10:00. El tren para Mérida acaba de salir. Carlos se queda a arreglar la rueda, quedamos en que irá luego en tren y nosotros seguimos con la esperanza de encontrarnos en Mérida (250 m.). Volvemos a coger velocidad, hasta que en la entrada de Almendralejo debemos parar otra vez. Esta vez es Gonzalo que se despista de salida en una glorieta y para rectificar decide recorrerla a la inversa unos metros. Sólo que delante de la Guardia Civil. Bronca, papeles, lección de circulación en glorieta por parte del agente y multa de 60€, reducida a 48€ por pronto pago. Tras quedarnos sin gin-tonics nocturnos, atravesamos Almendralejo (350 m.) por una travesía en obras. Recuperamos la carretera y a falta de 6 km. para Mérida (250 m.) Enrique vuelve a pinchar y Alfonso rompe un radio. Entramos triunfalmente por el puente romano sobre el Guadiana, aprovechamos para arreglar las bicis y de paso para comer junto al Museo Romano del arquitecto Rafael Moneo. Durante la comida Carlos nos informa que viene en bici desde Zafra. Llega al café muy acalorado por lo que decide ir de aquí a Cáceres en tren. El resto del pelotón decidimos seguir a pesar de los 41º de temperatura, aunque tenemos que parar tres veces en el trayecto para refrescar el cuerpo y el espíritu. La primera parada es en seco, un poco antes de la subida al Cerro de la Carbonera (592 m.), porque no había avituallamiento líquido debajo del viaducto de la autopista, único lugar de sombra en todo el entorno. La segunda es en el bar del cruce del Cerro donde vemos el final de la etapa del Tour. Y, la tercera, en una gasolinera antes de la subida al C.I.R. de Cáceres. Ni que decir tiene que en la subida atacaron Gonzalo y Alfonso, tras un ligero despiste del maño que tuvo que volverse a por el casco, que en la bajada a Cáceres (450 m.) son absorbidos gracias a un excepcional trabajo de Enrique y Albert y que en el sprint final me impuse a la italiana con autoridad. Esta vez cayeron 170 km con la entrada a Zafra incluida. Al atardecer visita al Casco Histórico de Cáceres, cena y a descansar.
3ª ETAPA. Cáceres – Carcaboso. 84,5 Km. Martes 21 de julio.
Al igual que el año pasado programamos una etapa corta para descansar de las anteriores. Comenzamos sin desayunar nada hasta Casar de Cáceres (365 m.) donde encontramos un local abierto, un híbrido entre bar y supermercado, donde poder tomar algo caliente. Muy barato. Luego nos dirigimos hacia la carretera general, dado un rodeo por un bidegorri casi mas ancho que la calzada para el tráfico. Cruzamos el Tajo por el embalse de Alcántara (230 m.) y comenzamos a encarar una buena subida hasta el Puerto de los Castaños (493 m.). Bajamos a la cuenca del Alagón y nos adentramos en el valle del Jerte. Avistamos la muralla del pueblo de Galisteo y luego hasta Aldehuela del Jerte ponemos a prueba todos los arreglos efectuados en nuestras ruedas ya que la carretera es penosa. No nos ocurrió nada y llegamos sanos salvos a eso de las 11:30 de la mañana a nuestro destino en Carcaboso (280 m.). La etapa que mas corta nos ha resultado de todas las que hemos hecho hasta ahora y encima no hemos pasado calor. El pueblo un poco aburrido compensado con las atenciones del personal del hotel.
4ª ETAPA. Carcaboso – La Alberca. 91,5 Km. Miércoles 22 de julio.
Etapa también corta pero con el tramo final muy montañoso y llegada en alto. Bien desayunados y temprano afrontamos una bonita etapa en la que nos desviamos de la ruta oficial de la plata. Volvemos a cruzar el río Alagón por la presa de Valdeobispo, desde la que se ve aguas abajo el río encañonado. Continuamos hasta el embalse de Gabriel y Galán que lo vemos desde la subida al puerto de Perancho (578 m.). Bajamos, subimos a La Pesga (420 m.), volvemos a bajar y a cruzar el embalse, esta vez por la cola, y nos adentrarnos en Las Hurdes. Vuelta a subir (550 m.) y a bajar hasta Vegas de Coria (413 m.) y después mas subida hasta la Portilla del Pino (562 m.) que tiene dos cimas, la del puerto y la del cruce desde donde comienza una pronunciada bajada, de las de disfrutar. En Las Mestas (470 m.) paramos a almorzar y a reponer fuerzas porque nos espera la subida al Portillo de las Batuecas (1.252 m.). Tras reanudar la marcha la subida la realizan Alfonso, Gonzalo y Enrique por delante, Carlos decide quedarse descolgado por detrás con premeditación y alevosía y yo de por medio con Albert, que se me escapa a la primera de cambio. En la subida veo que le recorto el terreno y en ocasiones le doy alcance, pero no le paso y llego casi a la par. Mucho viento en la cima y buena temperatura a lo largo de la ascensión. Llegamos a comer a La Alberca (1.050 m.), pueblo excesivamente explotado para el turismo, que lo notamos en nuestros bolsillos al pagar al día siguiente la factura del hotel.
5ª ETAPA. La Alberca – Fornillos de Aliste. 158,8 Km. Jueves 23 de julio.
Por la noche llovió y refrescó el ambiente. Por la mañana y después de desayunar temprano en el hotel nos tenemos que abrigar y pasar frío rodando por la alta meseta castellana. Los primeros 20 km son de continuas subidas y bajadas por carreteras estrechas y pequeñas localidades. Pasamos Aldeanueva de la Sierra (1.000 m.) y un poco mas adelante comienza una prolongada bajada hasta La Fuente de San Esteban (771 m.). Mucho viento en contra pero rodamos rápido haciendo el abanico y entrando todos al relevo con mucha disciplina. Comienza a llover y no para hasta Ledesma (762 m.), 40 km. después. El trayecto por las dehesas lo comienzo el último porque tardo en ponerme en marcha pensando que podía escampar mientras estaba refugiado en una parada de autobús. Luego comienzo a coger a la gente poco a poco y a reagruparlos casi como el pastor a las ovejas. En Ledesma almuerzo de bocata mientras escampa definitivamente, sale el sol y se nos seca la ropa. Cruzamos el Tormes y comenzamos la segunda parte de la etapa que se me hace bastante dura a pesar de ser llana. Llegamos a Moralina (780 m.) donde comemos, descansamos, catamos licores y vemos la etapa contrarreloj del Tour. La tercera parte la comenzamos a eso de las 17:00, bastante contentos. La bajada al puente de Requejo sobre el Duero (696 m.) nos pone mas contentos todavía y la subida posterior nos devuelve el cansancio perdido. Al llegar al cruce de la N-122 cambiamos de dirección y nos toca el viento en contra, teníamos previsto terminar en Fonfría pero por cuestiones de alojamiento continuamos hasta el pueblecito de Fornillos de Aliste (800 m.) 5 km. mas adelante, recuperando el Camino de Santiago. Pueblo bonito y humilde, con una pequeña iglesia y un hotel con gente muy amable.
6ª ETAPA. Fornillos de Aliste – Astorga. 119,6 Km. Viernes 24 de julio.
Mucho frío a la salida. El paisaje es precioso una vez dejada la carretera general. Nos salen a la carretera perdices y conejos y disfrutamos de la bici por la mañana temprano sin ver ningún vehículo en la carretera. Nos dirigimos hacia Losacio (756 m.) y a la Sierra de la Culebra que la atravesamos después de una empinada cuesta en Escober de Tábara. En Tábara (748 m.) tomamos la N-622 con viento en contra hasta Ferreras de Abajo. Se quedan descolgados Carlos y Enrique y yo me quedo en la subida al Portillo de Sazadón (821 m.). En la bajada y con el viento en contra no consigo darles alcance y encima tengo un pinchazo. Mientras lo arreglo llegan Carlos y Enrique. Gonzalo, Albert y Alfonso se pasan del cruce y hacen unos 14 km mas. Enrique, Carlos y Yo les esperamos en Pumarejo, comiendo manzanas de un árbol que nos saben a gloria. Nos reagrupamos y vamos a almorzar a Camarzana (751 m.), huevos fritos con jamón. Unos km. mas adelante visitamos el campamento romano de Petavonium, pasado Santibañez de Vidriales (749 m.). Luego subida al puerto de la Portilla (896 m.), bajada hasta Jiménez de Jamuz (780 m.) y a La Bañeza (775 m.). Hacemos una segunda parada para descansar y aprovechamos para comer fruta comprada en un supermercado. El tramo final hasta Astorga lo hacemos contra un viento terrible que nos impide rodar a mas de 18 km/h. Tenemos que parar varias veces para reagruparnos, yo al final le cojo el tranquillo y ruedo bastante bien. En Astorga fiesta de romanos y astures. Tras las gestiones de los billetes de vuelta cenamos en e restaurante la peseta a 35€ por cabeza. Pasable pero poco abundante para el hambre acumulada que traemos. Carlos abona los gin-tonics prometidos por adecuarnos a sus fechas y nos vamos a dormir.
Vuelta a casa, sábado 25 de julio.
Problemas en el tren a León para llevar las bicis. El empleado de la estación de Astorga intercede por nosotros y logra que nos impongamos. Tomamos otro tren de León a Palencia y aprovechamos la parada para comer aquí. Luego un último tren hasta Vitoria donde despedimos a Carlos, Alfonso y Gonzalo. En estos dos últimos no tenemos problemas con las bicis, solo que a la salida de Vitoria el tren se estropeó. Entablamos conversación en una mezcla de inglés y francés con una pareja ciclistas flamencos. El era ferroviario y se ofrece para arreglar el tren. Ella un poco tímida pero encantadora. Al final nos trasladan a todos en autobús. Tenemos algunos problemillas para meter las bicis en el maletero, especialmente las de la pareja de flamencos que son enormes. Luego le tenemos que guiar al chofer en los accesos a todos los pueblos, despedimos a Albert en Tolosa, a los flamencos en Donostia y Enrique y Yo afrontamos la última dificultad, la subida al Col de Mamaison nocturna, que la hacemos en un pis plas.
PODEIS VER UN VIDEO RESUMEN MAS ABAJO GRACIAS A LA ESTIMABLE COLABORACION DE ENRIQUE